Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Varios agentes galos bloquean una calle cercana al piso del supuesto asesino. :: JEAN-PAUL PELISSIER / REUTERS
MUNDO

Merah lamentó no haber matado más

El 'asesino de la moto', atrincherado ayer en un piso de Toulouse, asegura pertenecer a Al-Qaida

FERNANDO ITURRIBARRÍA
PARÍS.Actualizado:

Fuerzas especiales de asalto mantenían cercado anoche en Toulouse a Mohamed Merah, un joven francés de madre argelina quien confesó a los negociadores de la policía ser el autor material y único de los siete asesinatos en esa ciudad y la vecina de Montauban que han conmocionado a Francia. El atrincherado en un piso de un barrio residencial, desalojado de vecinos y acordonado por un perímetro de seguridad, tenía planeado sumar de manera inminente a un militar y dos policías al listado criminal de tres soldados, tres niños judíos y un rabino ejecutados a tiros en tres atentados perpetrados los días 11, el 15 y el 19 de este mes.

Merah, un delincuente común de 23 años que dijo ser un activista entrenado por Al-Qaida, explicó a los agentes que desde la madrugada negociaban su rendición que atacó el colegio judío Ozar-Hatorah de Toulouse en venganza por la situación de los niños palestinos, el despliegue militar galo en Afganistán y la prohibición del burka en Francia. En cuanto a los tiroteos a quemarropa a militares franceses de origen magrebí y antillano, el sospechoso de ser 'el terrorista de la moto' aseguró que no se había fijado en su perfil étnico sino simplemente en que eran símbolos de la intervención francesa contra el movimiento talibán.

La célula de crisis, instalada desde el lunes en la prefectura (gobierno civil) de Toulouse decidió a las once de la noche del martes asaltar en la madrugada el piso franco. La operación programada comenzó a las 3:05 horas pero los GEO franceses no lograron el pretendido efecto sorpresa pues fueron recibidos a tiros a través de la puerta que causaron heridas a dos de los agentes. El primero fue alcanzado en una rodilla y el segundo se salvó de milagro al quedar el proyectil incrustado a la altura del pecho en su chaleco antibalas.

Las fuerzas especiales del RAID se vieron obligadas a negociar con el sospechoso, quien asumió los siete asesinatos perpetrados en nueve días y lamentó no haber tenido tiempo para causar más víctimas mortales. De hecho planeaba pasar de nuevo a la acción ayer mismo para acabar con la vida de otro militar al que ya tenía localizado. También proyectaba asesinar a dos agentes de la comisaría de Toulouse.

«Vídeos de decapitación»

En una conferencia de prensa organizada a media tarde, François Molins, fiscal jefe de París a cargo de la investigación, declaró que Merah se jactaba de haber puesto a Francia de rodillas. También aseguraba ser activista de Al-Qaida que le había impartido instrucción paramilitar durante una estancia en un campo de entrenamiento enclavado en la región tribal de Waziristan (región fronteriza entre Pakistán y Afganistán). «Podía quedarse mucho tiempo encerrado en casa contemplando vídeos de decapitación», dijo el fiscal para subrayar su perfil solitario.

Molins se interrogó sobre las fuentes de ingresos de un joven de 23 años que vivían con fondos legales equiparables al salario social. A pesar de ello había alquilado vehículos por espacio de un mes y disponía de tres escondites.

Los investigadores identificaron a Merah al comprobar quiénes habían visitado el anuncio que puso en Internet para vender su moto el militar asesinado en Toulouse el día 11. Los especialistas policiales en informática constataron que 580 personas se habían conectado con el sitio entre las que figuraba el nombre de su madre. La dirección IP (Protocolo Internet) del ordenador de la mujer les llamó la atención porque era la progenitora de Mohamed y de Abdelkader Merah, sospechosos de estar implicados en una red de envío de yihadistas a Irak.

La pista definitiva fue la reciente visita de uno de los dos hermanos a un concesionario para averiguar cómo desactivar el localizador por GPS de la moto utilizada para cometer los tres atentados. El comerciante contactó a la policía para comunicar las sospechas que le habían infundido el interés de su interlocutor por neutralizar el dispositivo antirrobo con el pretexto de que deseaba revender su Yamaha T-Max de 550 centímetros cúbicos.

La moto, que había sido robada el pasado 6 de marzo en Toulouse fue repintada en color blanco con el propósito de que pasase desapercibida, después de que los testigos de los dos primeros ataques dijeran que era oscura. El vehículo, así como los cascos negro oscuro y blanco usados en los ataques, fueron hallados gracias a las declaraciones del sospechoso a los investigadores, que buscaban un Clio en el que piensan que puede haber armas y municiones.

También se halló una cámara en una bolsa que había confiado a un conocido. Un testigo de la matanza en la escuela judía había declarado que el agresor iba equipado con dispositivo 'Go Pro' para captar imágenes con un gran angular.

A media tarde no se habían encontrado rastros en la red de ningún vídeo colgado a pesar de que Merah había sugerido que lo iba a hacer en una conversación mantenida con una periodista del canal de televisión France 24'.