Francia planta cara al asesino que quiso ponerla de rodillas
Actualizado:Queda un mes para las elecciones presidenciales en Francia, pero por ahora la batalla por los votos se ha tomado una tregua. Los principales candidatos a ocupar el palacio del Elíseo aparcaron ayer sus diferencias ideológicas y subrayaron que la lucha contra el terrorismo debe mantenerse sin descanso. El presidente galo, Nicolas Sarkozy, también abandonó por unas horas su papel de candidato a la reelección y recordó a la sociedad francesa que Mohamed Merah -conocido en la prensa del país vecino como el 'asesino de la moto'- tenía como objetivo «poner de rodillas» a la República.
Los aspirantes al Elíseo apretaron filas junto a Sarkozy durante el funeral de Estado por los tres paracaidistas magrebíes que Merah abatió a tiros la pasada semana en Toulouse y Montauban, dos crímenes perpetrados justo antes de irrumpir en el colegio judío Ozar Hatora. El presidente subrayó que Francia «no ha cedido» ante la amenaza terrorista. «El país ha cumplido con su deber, y la Justicia mañana cumplirá con el suyo», proclamó, poco después de visitar el barrio donde se había atrincherado el terrorista.
Más tarde, frente a los féretros de los soldados -Imad Ibn-Ziaten, Abel Chennouf y Mohamed Legouad-, Sarkozy advirtió de que los tres han sido víctimas de una «ejecución terrorista». Y es que, si bien los militares «conocen la muerte y saben mirarla de frente», Mohamed Merah actuó lejos del «campo de batalla». No obstante, el presidente destacó que los crímenes «no han logrado fracturar» la unidad de los franceses y emplazó a los familiares de las víctimas a no ceder a la venganza ni a tomar en consideración «las creencias religiosas de su autor».
Antes del funeral, el candidato socialista y favorito en la mayoría de las encuestas publicadas, François Hollande, también insistió en que la lucha contra el terrorismo debe mantenerse «sin descanso» y que es una misión común de todos los franceses, «más allá de las cosas que en estos momentos» pueden separarlos.