El fiscal pide 308 años de prisión para el presunto ciberacosador por «destrozo grave» a 67 víctimas
Critica que se trate de confundir los hechos con un caso de 'sexting'
Actualizado: GuardarEl representante del Ministerio Fiscal ha rebajado de 359 a 308 años de prisión la solicitud de condena para el presunto ciberacosador Jorge M.C., de 27 años, por acosar entre 2007 y 2009 a través de la Red a un total de 67 víctimas, en su mayoría menores de edad, y producir a las chicas "destrozos graves".
En la última sesión del juicio, el fiscal ha retirado el caso de catorce chicas, por lo que la pena de prisión solicitada ha quedado reducida a 308 años por delitos de revelación de secretos, contra la integridad moral, elaboración y distribución de pornografía infantil. Con el 'no' del acusado a la pregunta de si quería usar su derecho a la última palabra, el juicio ha quedado visto para sentencia.
"El propósito del acusado era conseguir imágenes y lo hacía a través de amenazas, humillaciones e intimidación a las chicas", ha remarcado el fiscal y ha precisado que en la causa hay más de 20 horas de grabaciones de contenido probatorio.
"Existe una violencia psicológica. Existe un ánimo de humillar, existe un ánimo de intimidar", ha dicho. "Si quería pornografía, Internet está lleno. Pero no, él quería pornografía y quería humillar", ha reseñado y ha insistido en que los Poderes Públicos tienen que defender este sistema, que sufre inmensas vulnerabilidades.
"Se echa de menos que el acusado no haya hecho más que negar la evidencia. Que nos hubiera dicho, por qué fue tan cruel si obtenía imágenes y seguía humillando. Y también se echa de menos la posibilidad de que hubiera perdido perdón a las víctimas", ha destacado.
Asimismo, ha recordado que cada una de las víctimas se reconoció en los vídeos intervenidos en el ordenador del acusado. En total, se hallaron hasta 95 vídeos, según manifestaron ayer los agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT). Además, ha destacado que la prueba testifical de la chicas ha sido contundente al aportar todo tipo de detalles.
El fiscal ha criticado que la defensa trate de confundir al tribunal para que crea que se trata de un caso de 'sexting', algo que ha tachado de irritable cuando se trata de la comisión de múltiples delitos informáticos y de pornografía infantil. "Hay un adulto que intenta acosar a una serie de menores. No hay ningún juego erótico", ha recalcado.
Sobre las periciales, ha recordado que el médico forense destacó ayer que tenía conocimiento de los hechos que hacía, a pesar del trastorno esquizoide de personalidad que sufre desde los seis años de edad.
En su informe, ha defendido también la legalidad de la tramitación de la causa que se inició en mayo de 2008 a raíz de una denuncia. Tras ello, arrancaron las pesquisas en base a las cuentas de correo y a los datos de conexión facilitados por Microsof.
Además, ha reseñado que las conversaciones con contenido amenazante están probadas conforme a la prueba informática avalada por el Tribunal Constitucional. El contenido de las mismas se volcó del ordenador intervenido al procesado, un volcado que ha sido impugnado por el abogado defensor. NO HAY VOLUNTARIEDAD
Por su parte, la abogada Carmen Carcelén, que defiende a dos de las víctimas, ha destacado que no existe voluntariedad de las chicas y que el hecho de que colgaran fotos en 'Vota mi Cuerpo' no implicaba un reclamo sexual.
La letrado ha recordado que en sede policial el procesado reconoció que había obligado a sus clientas a mandarle fotos desnudas. Por ello, ha solicitado que se emita una sentencia condenatoria en todos los extremos.
Además, el abogado defensor, Juan Carlos Higuera, ha destacado que se está hablando de cuestiones virtuales y de 'cibersexo', todo ello carente de contacto físico. Además, ha indicado que no había ningún tipo de restricción a las páginas a las que accedían las chicas, dónde se juega "a lo que no es" en alusión a una realidad virtual donde las relaciones se basan en el anonimato.
Según el abogado, toda la prueba de la causa está viciada, ya que ha impugnado el volcado de la información del ordenador. "Pese a la alarma social, ello no ha correspondido con la realidad de la investigación, que ha sido muy baja", ha recalcado y ha recordado que los agentes no analizaron ninguno de los ordenadores de las víctimas.
A su juicio, no hay delitos porque se movía en un mundo virtual. "¿Cuál es el delito? Una sala novedosa absolvería a mi cliente porque no se ha cotejado. Si se hubiera cotejado, sabríamos la verdad", ha indicado el letrado, instando a la Sala a sentar jurisprudencia en este sentido.
Por ello, ha pedido que se le absuelva y, en el caso de que se le condene, tenga en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas. Además, ha tachado de "desproporcionada" la pena de más de 300 años de cárcel que piden las acusaciones. ACUSACION DE LA FISCALIA
Según el fiscal, el procesado durante la segunda mitad de 2007, 2008 y comienzos de 2009 ocultó en Internet su verdadera identidad y edad, utilizando fotografías de adolescentes o jóvenes. De este modo, contactó en distintos sitios web, con personas, muchas de ellas menores, con las que iniciaba conversaciones en el messenger. En éstas, el acusado charlaba sobre cosas diversas y también temas sexuales.
Al mismo tiempo, conseguía las contraseñas de Messenger utilizadas por esas personas. Una vez que tenía el dominio de las cuentas, les hacía ver a sus usuarias que disponía del contenido de los mensajes para chantajearlas.
"Ello producía una situación de angustia sobre las chicas, que comprobaban que nada servía si le borraban o readmitían porque se agregaba desde otra cuenta, llegando a utilizar varias cuentas para acosar a uno víctima", señala la Fiscalía.
Según el fiscal, en algunas ocasiones les dijo que conocía donde vivían y les decía que iría allí y les haría la vida imposible. Así, logró que varias de las víctimas accedieran a sus requerimientos de enviarle fotografías y vídeos o que se mostraran desnudas en la webcam.
A raíz de la denuncia de una de las chicas en Madrid, la Policía solicitó al juez que oficiara a Microsoft para que informara sobre todos los datos de tráfico de comunicaciones que dispusiera sobre sus cuentas.
El procesado fue detenido en Chipiona ( Cádiz ) después de que la Policía comprobara que desde su domicilio en la calle Estrella Polar se habían realizado las conexiones con las citadas cuentas.