La Liga está todavía más viva

El Madrid está nervioso. Su ventaja se vio reducida a seis puntos respecto al Barça gracias a otro golazo de falta, esta vez de Marcos Senna, que dio vida a un Villarreal necesitado en el estreno en el banquillo de Lotina.

Cristiano Ronaldo salió enchufadísimo y en el primer minuto ya había conseguido disparar en dos ocasiones sobre la meta defendida por Diego López, aunque sin encontrar el acierto. El Madrid quería imponer su ley en El Madrigal, pero era el Villarreal el que fabricaba el peligro a la contra.

No obstante, la primera ocasión clara la tuvo Pepe para los blancos, pero Zapata consiguió sacar el balón en el segundo palo. Respondió en la siguiente jugada el equipo castellonense, pero Casillas salió a los pies de Marco Ruben para evitar que pudiera enfilar su portería. El portero blanco estaba siendo el salvador de su equipo, porque poco después también tuvo que salir a los pies de Nilmar, que le había ganado la partida a Ramos, para evitar el 1-0. Antes, al central sevillano le había dado tiempo de mandar fuera un cabezazo y a Cani de hacer lo mismo con un disparo raso.

El Madrid se animaba, pese a todo, y era el que creaba mejores sensaciones, aunque no terminaba de encontrarse cómodo y eso lo vio enseguida Mourinho, que se apresuró a dar entrada a Callejón por Lass para apoyar el ataque. Le salió mal la jugada al portugués, porque el motrileño se lesionó y tuvo que emplear otro cambio en sacarlo del campo para meter a Altintop.

Benzema tuvo la más clara de toda la primera parte en el minuto 42 pero su disparo se fue rozando el palo. El empate seguía luciendo en el marcador cuando se llegaba al descanso, con la sensación de que el líder no estaba siendo capaz de imponer su mejor calidad y pegada. Debió irse en ventaja a la caseta el equipo blanco, pero lo cierto es que el Villarreal también dispuso de sus opciones.

De hecho, fue el primero en asustar tras la reanudación, pero a Zapata se le quedó el balón muerto en los pies a la salida de un corner y no fue capaz de sacar el remate.

El Madrid se dio cuenta de que la cosa se le podía poner complicada si no se ponía el mono de trabajo. Desde el banquillo se apreciaba cierta falta de pegada y por eso Mou mandaba a calentar a Higuaín.

Los blancos se hicieron pronto con la posesión y poco a poco fueron merodeando los dominios de Diego López. Khedira y Xabi Alonso, de hecho, tuvieron muy cerca la posibilidad de hacer el primero, pero finalmente quien consiguió desatascar el partido fue el de siempre, el alma del equipo.

Cristiano Ronaldo aprovechó un pase de espuela de Özil que lo dejo solo ante el portero del Villarreal, a quien dribló para marcar a placer y encarrilar el partido.

Pero el tropiezo de días atrás ante el Málaga estaba todavía muy presente, y por eso el Madrid se lanzó a la búsqueda del gol que sentenciara el partido, para lo que el técnico portugués dio entrada en el campo a Higuaín.

Todo parecía apacible hasta que Marcos Senna se inventó un nuevo zapatazo, del mismo estilo que el de Cazorla, para poner el empate y desquiciar a un Madrid que sentía que se le escapaba la Liga y que veía como primero Mourinho y después Ramos y Özil eran expulsados, dejando al equipo roto y con la sensación de tener miedo al Barcelona.