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análisis

Innovaciones en Al-Qaida

¿Se autoinmolará el terrorista cercado en su casa antes que rendirse a un país de cruzados?

ENRIQUE VÁZQUEZ
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Mohamed Merah, de 24 años, nacionalidad francesa y de origen argelino, es el autor de la muerte de siete ciudadanos franceses, cuatro de ellos judíos y franco-israelíes en realidad, y los otros tres soldados de profesión, dos de origen árabe y uno antillano.

Merah, cercado en su piso de un barrio de Toulouse cerca del liceo judío donde el lunes se produjo el asesinato de los judíos, se ha autopresentado como militante de la red terrorista Al-Qaida y ha dicho que ha matado como protesta por las intervenciones francesas en tierras musulmanas (…) y para vengar la muerte de niños palestinos a manos de Israel.

Estas palabras revelan cierta coherencia, criminal, pero coherencia: los militares, paracaidistas de unidades de élite del ejército francés, son el símbolo de la presencia gala en Afganistán y lo de los niños palestinos no necesita precisiones geográficas ni muchas explicaciones.

¿Órdenes o iniciativa propia?

Otra cosa es que los asesinatos sean consecuencia de órdenes de Al-Qaida o la obra de lo que el gran especialista galo Jean-Pierre Filiu, autor de un par de libros luminosos sobre la red terrorista, llamó gráficamente un lobo solitario.

Hay una inicial tendencia de los medios competentes a sopesar más la segunda hipótesis. A día de hoy Al-Qaida no es lo que fue y su evolución, subrayada últimamente por observadores egipcios al hilo de la liberación de un hermano del jefe de la red, el egipcio Ayman al-Zahawiri, la ha llevado desde los días semioficiales del Afganistán pre-2001 a un universo de franquicias creadas por emires insertados en un contexto local.

Esto vale para el Magreb-Sáhara (Mauritania, Malí, Argelia) o Africa oriental (Somalia) y los grandes baluartes afgano-pakistaníes donde muchos terroristas han recibido entrenamiento son o no son pro Al-Qaida (la red Haqqani es el ejemplo arquetípico por su fuerza y su autonomía) y no aceptan ni solicitan ninguna cobertura de la autoridad formal de al-Zawahiri, oficialmente sucesor de Bin Laden, tras la liquidación de este en mayo pasado por un comando norteamericano.

El caso francés

La primera pista de que la cadena de asesinatos de Merah podría tener un componente yihadista (y no neo-nazi, como pareció tal vez bajo el recuerdo del asesino noruego Anders B. Breivik, autodescrito como "cristiano conservador", quien mató a docenas de jóvenes progresistas en julio) fue que dos de los militares tiroteados en Montauban eran franceses… de origen argelino y estarían cometiendo el peor de los pecados: cooperar con un ejército cristiano, cuando el buen yihadista se dice en lucha contra cristianos y judíos.

El terrorista ha juzgado la condición de la Francia de hoy: un país con gran población musulmana, tradición de reciente y cruel potencia colonial en Argelia, participando en la guerra de Afganistán y asesorando a fondo a gobiernos del Sáhara en la lucha contra Al-Qaida en el Magreb Islámico.

Es ese escenario, suponiendo que Merah sea capaz de argumentar en términos pretendidamente lógicos, el que informa su conducta. Hay una especie de confirmación al respecto y es la lacónica afirmación del ministro del Interior, Claude Guéant, según la cual los servicios anti-terroristas ya le tenían en sus ficheros y había sido objeto de cierta atención. No toda la necesaria en todo caso, lo que, eventualmente, suscitará un debate político.

Antisemitismo, antisionismo

La referencia a los niños palestinos muertos en los bombardeos israelíes y que son, en efecto, muchos, da otra clave, la de explicar por qué escogió a niños judíos para su matanza. La tradición de un cierto y arraigado anti-semitismo popular en Francia, afortunadamente en claro retroceso, no es el antisemitismo de Merah y eso, que es difícil de distinguir o explicar en Israel, ha dado lugar allí a comentarios e interpretaciones sobre lo de Francia que, según 'Le Monde' preocupan al presidente Sarkozy.

Fuentes francesas habían comentado a raíz de los asesinatos del colegio judío el lunes que, en realidad, la mayoría de incidentes catalogados genéricamente como 'antisemitas' eran, en realidad, antisionistas (el sionismo es el movimiento político de entreguerras que consiguió contra pronóstico crear el Estado de Israel en 1948). Pero Al-Qaida, y éste es un hecho que llama la atención, no ha conseguido atentar en Israel donde si bien los servicios de seguridad son muy eficaces no han podido evitar grandes ataques palestinos en el pasado.

¿Se autoinmolará el terrorista cercado en su casa antes que rendirse a un país de cruzados? ¿Preferirá aprovechar su situación para explotarla algún tiempo en el registro político antes de ser olvidado en una prisión donde le aguarda la cadena perpetua? Nadie lo sabe en este instante. Solo que, juiciosamente, el ministro Guéant, sin duda avalado por el presidente Sarkozy, ha dado órdenes de capturarlo vivo…