Rescatan siete cuentos inéditos de Álvaro Cunqueiro
Emerge un Cunqueiro "desconocido, mágico y milagrero" de la mano de la Fundación Santander
MADRIDActualizado:"Cunqueiro fue una especie de Houdini que a través del literatura quiso huir, como su personaje Fanto Fantini, de un mundo que no le agradaba a otros fantásticos surgidos de su pluma, frenética y fecunda". Así presenta a su paisano el escritor, periodista y exministro de Cultura César Antonio Molina, prologuista de libro 'Álvaro Cunqueiro. De santos y milagros'. Es una nueva entrega de la colección Obra Fundamental de la Fundación Banco Santander en la que el filólogo y profesor gallego Xosé Antonio López Silva saca a la luz más de un centenar de textos olvidados del singular y gran narrador gallego. Entre ellos siete cuentos inéditos "completamente profanos" no recogidos en ningún libro ni antología, y que Cunqueiro 'coló' en una revista católica bajo el seudónimo de Álvaro Labrada.
El libro es un recorrido por los textos y semblanzas hagiográficas de un prolífico y proteico Álvaro Cunqueiro (Mondoñedo, 1911-Vigo, 1981). Los siete cuentos inéditos y de ambientación exótica, ora china ora hindú, fueron descubiertos en 2011 por el antólogo del volumen, un López Silva empeñado en "recuperar el valor de un escritor con un estilo inimitable" y ofrecer una panorámica sobre un tema "tan relevante, distintivo y enormemente funcional en la obra de Cunqueiro como es la hagiografía".
Los relatos, que pasaron desapercibidos para la crítica pese a ser cruciales en la trayectoria de Cunqueiro, fueron escritos entre 1945 y 1946, después de que el régimen franquista le retirara el carné de periodista en 1944. Xosé Antonio López Silva los halló mientras analizaba otros textos hagiográficos.
Estos santos eran para el escritor lucense "magos como Merlín", según explica en el prólogo César Antonio Molina. "Cunqueiro utiliza los santos para sus propias invenciones, sin apoyarse lo más mínimo en la historia oficial de la Iglesia y su verdad" asegura el exministro. "Son unos santos que la Iglesia Católica no podría enseñar en sus escuelas y seminarios, creados por alguien que no es herético pero que comete maravilloso excesos", precisa Molina. Excelente conocedor de la obra de Cunqueiro y amigo del escritor desde su infancia, lo describe con "un manciñeiro del alma, un médico, una suerte de chamán que gustaba de ese mundo mágico y milagrero en el que todos los santos son magos merlines",
Para Molina, Cunqueiro es también "un articulista extraordinario", creador de un género que mezcla relato breve, crónica, historia y sentimiento poético, como se constata en los textos ahora rescatados. Son 138 artículos nunca publicados en ningún libro y que "acogen la mística de un Cunqueiro desconocido para la crítica y los lectores". Aparecieron en su día en el Faro de Vigo, la Vanguardia, ABC, La Voz de España, Aire Azul, Misión o Catolicismo.
Prolífico autor y colaborador de un sinfín de medios -ABC, El Sol, Arriba, Resol, La Voz de España, Vértice, el Escorial de Dionisio Ridruejo, Progreso, El Faro de Vigo, Destino o Noticiero Universal-, la pluma de Cunqueiro "siempre buscó la disolución de fronteras textuales y literarias en sus artículos, marcados por un rasgo fabulador que nunca le abandonó", según destaca el profesor López Silva.
Mágico y único
Novelista, poeta, guionista, dramaturgo, periodista, Cunqueiro abrazó la literatura en sus más variadas formulaciones. "Escritor aislado y excepcional, no ha tenido antecedentes ni descendientes", asegura el académico, poeta y editor Pere Gimferrer, que también apadrina el volumen. "Lo suyo no es realismo mágico sino magia de las palabras" asegura Gimferrer. Una apreciación que comparte César Antonio Molina, para quien la magia de Cunquieiro "no tiene nada que ver con la literatura hispanoamericana que se aglutina bajo este título". "Cunqueiro tenía otros intereses: inventar, experimentar los mundos irracionales y oníricos, lo oculto, lo surreal, transformar la erudición en literatura" argumenta Molina. "Cumple el mismo papel que Yeats en Irlanda; siente que su destino, como el Nobel Iralndés, es recuperar el rico acervo del mundo oral reescribiendo y reinventando la tradición".
Para Borja Baselga, director de la fundación, el libro "nos revela a un Cunqueiro esencial para la narrativa española, gracias a unos artículos y relatos desconocidos y que son el colofón idóneo a su centenario" que se celebró en 2011.