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Condenan a un italiano por estafar por internet a 81 clientes con una tienda digital

El acusado defraudó 48.824 euros por la venta de televisores, aparatos GPS y ordenadores que nunca envió a los compradores

MIGUEL DOMINGO GARCÍA
CÁDIZ.Actualizado:

Si escribe «mavex.es» (ojo, no mavex.com) en cualquier buscador de internet, le aparecerá entre los primeros resultados una serie de foros, webs de consumidores y de consulta que le advertirán del timo que se esconde detrás de esta dirección digital ya inutilizada, pero que en 2009 remitía a una tienda de electrónica digital. La empresa ofrecía a través de su web aparatos como ordenadores, GPS y sobre todo televisores a unos precios imbatibles y sin competencia, que ocultaban una estafa digital en la que acabaron picando unas 80 personas.

El administrador de esta tienda fantasma, Gianni Liberati, de nacionalidad italiana pero con residencia en Las Palmas de Gran Canaria, fue condenado ayer por la Audiencia Provincial de Cádiz a dos años y dos meses de cárcel por un delito de estafa, después de que la defensa llegara a un acuerdo de conformidad con la fiscal, que tenía previsto solicitar para él seis años.

Según al acuerdo, la pena se ha visto reducida notablemente, pero a cambio Gianni Liberati ha reconocido los hechos y ha renunciado a recurrir la sentencia. Además, el juicio, que estaba señalado para tres días dado el elevado número de testigos, no se celebró.

Primera denuncia en Cádiz

Aunque Liberati cometió la estafa desde Las Palmas, la causa se ha instruido y se ha juzgado en Cádiz porque la primer denuncia se presentó en la capital gaditana. Según el escrito de acusación provisional del fiscal, Gianni Liberati fundó antes de julio de 2009 la empresa Bakia Ventura S.L, que tenía su domicilio social en un centro comercial de Costa Calma, en Las Palmas y a través de este negocio, creó la web mabex.es, en la que «ofertaba todo tipo de productos a la venta». Además de ofrecer buenos precios, lanzaba ofertas «para aquellos usuarios cuyas compras fueran superiores a 300 euros, con la apariencia de una empresa solvente». La mayoría de los compradores a los que estafó adquirieron televisores en el mes de julio de 2009, por precios que iban de los 329 euros a los 1.599 euros, aunque la mayor parte de los casos rondaba los 700 euros. Los clientes enviaron el dinero a través de transferencias bancarias a cuatro cuentas, pero nunca recibieron los artículos comprados. Cuando reclamaban, se les remitía a una conocida empresa de transporte, que supuestamente se hacía cargo de los envíos, pero esta «desconocía totalmente estos hechos», indica la fiscal en su escrito.

En uno de los foros antes citados, uno de los afectados describe a Gianni Liberati como un mero hombre de paja, que puso su nombre a cargo de alguna organización que habría desviado el dinero al extranjero. De los 81 afectados, solo uno ha reunciado a reclamar el dinero que se les estafó, porque se lo devolvió una entidad bancaria al detectar que se trataba de una estafa.