
El abogado del duque se planta
Mario Pascual Vives cesa su relación con los periodistas el mismo día en que se publica que Urdangarin es acusado de cuatro delitos
BERCELONA. Actualizado: GuardarMario Pascual Vives ha decidido que quiere dejar de ser un personaje mediático. Después de salir del anonimato de la noche a la mañana, el abogado de Iñaki Urdangarin, que se ha caracterizado durante los últimos meses por su locuacidad y cordialidad con los medios, a los que incluso ha respondido sobre temas que en principio no parecían de su competencia, como el estado de ánimo de la infanta o la influencia que el 'caso Urdangarin' pudiera tener sobre la monarquía, ha determinado que por el momento no volverá a atender a los medios de comunicación. Hasta ahora, lo hacía a las puertas de su despacho, en el paseo de Gracia de Barcelona. Y lo hacía prácticamente a diario, tras caer presa de una nube de periodistas que montaban guardia desde primeras horas de la mañana en la calle a la espera de que llegara o se marchara por la tarde de su bufete Brugueras, García-Bragado, Molinero y Asociados.
Casualidad aparente
Mario Pascual Vives, a quien el yerno del Rey ha confiado su defensa legal y de opinión pública, decretó ayer la ley del silencio, casualidad o no, justo el día en que la prensa publicó que el duque de Palma será encausado por cuatro delitos. Eso sí, como hasta ahora, sacó a relucir su habitual sentido del humor -inexplicable para algunos- para dar por concluidas sus comparecencias públicas. «Les voy a dar vacaciones porque ahora se avecinan lluvias y este sistema de que estén ustedes en la calle me parece impropio y lo voy a dar por extinguido para que podamos acabar con esta pirotecnia informativa», expresó. A pesar de que el día estaba cargado de novedades informativas sobre su cliente, se despidió sin añadir nada más. «Ha sido un placer estar con ustedes, pero a partir de ahora no voy a hacer mas declaraciones», concluyó.
Se acabó, por tanto, lo de tratar de desmentir un día sí y otro también lo que publicaban los diarios. Y es que en los tres meses y medio que lleva ejerciendo como letrado y portavoz de Urdangarin, se ha visto obligado a negar de todo: desde problemas de pareja entre los duques de Palma o supuestas desavenencias con la Casa Real a cuentas en paraísos fiscales y facturas falsas. Pocas veces ha rehuido la respuesta. Y cuando la pregunta le incomodaba se limitaba a decir que no había leído la información, se hacía el despistado o simplemente afirmaba que no había recibido el auto del juez. Como la semana pasada, cuando dijo estar a la espera de la notificación del juez Castro en la que equiparaba las funciones del duque de Palma con las de su socio Diego Torres en el entramado del instituto Nóos. En casi cuatro meses, ha dejado frases para la historia, como: «Este caso es singular», «siempre están ustedes por delante de mí en las noticias», «el duque corría para proteger a sus hijos», «parece que yo esté en la inopia», «si ha cometido errores como todo ciudadano, yo los califico de administrativos» o cuando definió el estado de ánimo del duque de «indignado».
Aun así, los periodistas que han hecho guardia diaria delante de su despacho siempre han afirmado que como persona Mario Pascual ha demostrado que es «muy amable» con todos los profesionales. De ahí, que ayer sorprendiera con el calificativo de «pirotecnia informativa». Aunque quizá no tanto, ya que uno de los rasgos que han caracterizado a Pascual Vives en sus improvisadas ruedas de prensa ha sido que siempre ha dado la sensación de que expresaba lo que pensaba.