McLaren y Mercedes reclaman su cuota
Button y Schumacher dominan los primeros ensayos con Alonso, cuarto, al quiteSe mantienen las incógnitas en Australia en el arranque de la nueva temporada de Fórmula 1
MELBOURNE.Actualizado:Existe una ansiedad general relativa a la Fórmula 1 que se concentra en los primeros entrenamientos cronometrados del año. Flotan tantos pronósticos, tantos análisis, tanta gratuidad en la palabra que los aficionados y los profesionales necesitan alguna evidencia en la que sustentar tanto vaticinio. La Fórmula 1 tiene mucho más comunicación que de información y solo las tablas de tiempo oficiales aportan alguna luz. Y a veces ni eso. Llegó el estreno, gran premio de Australia, maravillosa ciudad de Melbourne -el destino idílico para cualquier español por el mundo-, y el panorama de la F-1 comenzó a clarear.
Existe también otra salvedad en el lenguaje políticamente correcto de este deporte. Los viernes atesoran un valor relativo por su génesis como laboratorio de pruebas, nuevas piezas experimentales, etc, pero nadie esconde que le gusta empezar mandando. Había en todas las previas una impresión general de duelo unidireccional entre Red Bull y Ferrari por el magnetismo obligatorio que genera Fernando Alonso, pero la realidad ha invitado a explorar otras grutas. Dos secundarios para los españoles, dos teloneros de postín, reclaman su cuota de pantalla. McLaren y Mercedes. Jenson Button y Michael Schumacher registraron los mejores tiempos con Fernando Alonso simétrico en la cuarta posición.
Dos protagonistas cortados por distinto perfil. Button siempre aparece. Jamás abdica en su entusiasmo competitivo y asoma pertinaz frente a los pronósticos. En un día marcado por la intermitencia de la lluvia, el inglés de McLaren fue el más veloz en el cómputo global del día y no harían mal los apostadores en tenerle en cuenta como candidato a ganar mañana en el fantástico Albert Park.
«Me encanta Australia para arrancar el Mundial», dijo Button en contraste con las directrices de Ecclestone, que quiere laminar a la carrera australiana. El año pasado McLaren se deslizó en un océano de estrés a estas alturas de curso. Cambió por completo su monoplaza en la primera carrera, lo giró como un calcetín después de una pretemporada desastrosa. Y ya fue a remolque todo el año. «Los últimos años fueron complicados durante el invierno, pero esta pretemporada todo parece haber salido según lo planeado», explicó el inglés.
Mercedes representa otra versión del gigantismo. Se trata de un transatlántico que ya estuvo en el pleistoceno de la Fórmula 1 y que regresó hace tres inviernos cuando compró la estructura del entonces campeón Brawn e imaginó días de vino y rosas. El tránsito ha sido laborioso para la firma alemana, que apenas ha catado caramelos desde que Rosberg y Michael Schumacher conducen sus coches.
Trabajos en secreto
Durante este invierno, Mercedes ha trabajado sin llamar la atención y los últimos ensayos en Barcelona confirmaron en los entresijos del 'paddock' que su camino parece correcto. El optimismo contagió a Schumacher, quien se hinchó de aire a través del conducto oficial de los comunicados: «Hemos tenido un buen inicio en lo que esperamos sea una temporada emocionante con dos sesiones ciertamente prometedoras para nosotros. Sin embargo, no iría tan lejos como para hablar de que estamos confiados».
Alonso destiló buenas vibraciones tanto en la pista como en sus declaraciones. Acabó cuarto en el cómputo global: «Llegamos con lo mejor que tenemos a la 'crono'. Seguramente nos falta por comparar los dos tipos de neumáticos, aunque eso le ha pasado a todos y estamos en las mismas condiciones». Y terminó más satisfecho que disconforme: «El coche responde bien y las sensaciones han sido buenas. Conduciendo, el grip (agarre) estaba ahí. No teníamos demasiados problemas para conseguir un tiempo, tanto con las ruedas intermedias como con las de seco. Y por eso me voy bastante contento, pero ni más, ni menos optimista».
«No soy ni más ni menos optimista que ayer -comentó el asturiano-. Habrá que esperar. No creo que nadie pueda mirar la clasificación. Las sensaciones han sido buenas y el coche se ha comportado bien. Los cambios que hemos hecho han tenido el efecto que esperábamos».
El equipo español HRT comenzó más o menos como el año pasado lo hizo en su antigua denominación (Hispania) y con sus ex gestores. Pedro Martínez de la Rosa y su compañero Karthikeyan solo pudieron dar la vuelta de instalación en la segunda sesión de libres, ya que no concursaron en la primera. Las últimas piezas del monoplaza llegaron el jueves y la escudería trabajó a tres turnos para, al menos, montar el coche.