Alves, el mejor amigo de Emery

Unai Emery jugó con fuego. En uno de los momentos en los que el entrenador del Valencia está más cuestionado, decidió amarrar el resultado de la ida de Mestalla (4-2) contra el PSV. Y casi lo paga caro. El conjunto holandés salió con todo en la primera parte. Los jugadores de Cocu llegaban en tromba una y otra vez al área visitante y no hubo Valencia en ese periodo. Sin embargo, el cuestionable planteamiento del técnico vasco no tuvo malas consecuencias gracias a la figura de su guardameta. Diego Alves dio una exhibición de reflejos y habilidad cada vez que los locales se acercaron a sus dominios.

En la reanudación, los ‘murciélagos’ siguieron dormidos, aunque el fútbol es caprichoso y cuando más llegaba el PSV, un mal disparo de Feghouli se topó con la cabeza de Rami y el marcador se movió a favor de los visitantes. El gol ‘che’ no fue signo de mejoría o cambio en el esquema del equipo de Emery. Siguió achicando balones y cerrado atrás. Fue el momento en el que el equipo holandés se volcó de manera total hacia la remontada desesperada. Aunque siguió encontrando a Alves, que apagó todo el fuego que llegaba a su portería. Solo en una ocasión el PSV perforó la red visitante. Toivonen culminó una buena jugada y dio algo de emoción al partido, que acabó con empate y el Valencia clasificado.

El ataque del Valencia echó de menos a su capitán y estrella Roberto Soldado, que no pudo disputar el duelo por sanción. Aduriz fue su sustituto y, pese a la gran calidad que atesoran sus botas, el ariete guipuzcoano se encontró perdido durante todo el choque y tuvo que ser sustituido por Piatti. El único jugador atacante que generó incertidumbre en el Philips Stadium fue Jonas, que estuvo acertado en acciones individuales pero se desentendió por completo del colectivo.

En Eindhoven le salió bien la jugada a Unai Emery. Su equipo, sin jugar a nada en terreno holandés, se ha plantado en cuartos de final de la Liga Europa. Los resultados están con el técnico -primero en la ‘otra Liga’ tras Madrid y Barça, y vivo en el continente-, pero el juego de los últimos choques no tiene contento al público de Mestalla. Algo tiene que cambiar, porque no siempre estará Alves para salvar los muebles.