El pago a proveedores «salvará» 100.000 empleos
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, insiste en que no subirán los impuestos para recortar los 20.000 millones y cumplir con el déficit
MADRID Actualizado: GuardarEl ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha adelantado que el plan de pago a los proveedores aprobado por el Ejecutivo y en el que los bancos adelantarán hasta 35.000 millones de euros, permitirá "salvaguardar" entre 75.000 y 100.000 empleos en PYMES y autónomos. Esas son las estimaciones del Gobierno sobre el impacto en el mercado del pago directo a los proveedores. Sin embargo, habrá que conocer la cuantía exacta de las facturas impagadas por los ayuntamientos para conocer el impacto real. De momento, el plazo para presentar las cantidades adeudadas por cada consistorio termina este jueves, y aunque el ministro no ha desvelado la cifra concreta, sí ha reconocido que sería "importante". "No es admisible que haya facturas en los cajones de las Administraciones Públicas que no se hayan liquidado", ha asegurado Montoro durante su intervención en el Foro ABC, patrocinado por Deloitte y Ferrovial.
El ministro ha apostado por "simplificar" y "eliminar duplicidades" en la administración pública. "Hay que reducir los niveles de la administración", ha asegurado, y ha llegado a calificarla como una "reforma de las Autonomías". Dentro de este esfuerzo, el Gobierno tiene previsto aprobar este viernes en el Consejo de Ministros la extinción de 27 empresas públicas, como la Sociedad Pública de Alquiler, la agilización en los procesos de liquidación ya iniciados de 14 sociedades y se desinvertirá en otras ocho empresas. Estas medidas se enmarcan en los principios de eficacia y estabilidad presupuestaria que rigen la política europea.
Además se ha mostrado convencido de que las distintas Administraciones cumplirán con lo acordado y ha restado importancia al caso de Gerona, que aprobó declararse insumisa y no pagar a la Agencia Tributaria, por considerarla una "pose política" sin efectos prácticos.
Pero el verdadero tema candente sigue siendo la reducción de déficit. Y más en concreto la fórmula del Gobierno para cumplir con Bruselas y al mismo tiempo no asfixiar más la economía española en un año en el que el propio Ejecutivo ya prevé una caída del PIB del 1,7%. Sin embargo, el ministro, en línea con la política del Gobierno, no ha dado ninguna pista sobre cómo se lograrán reducir esos 20.000 millones para cumplir con el objetivo del 5,3% exigido por la UE. Insistió Montoro en dejar claro que ese ajuste no se realizará a través de una nueva subida del IRPF, el IVA o los impuestos especiales. De hecho ha recalcado que el aumento de la presión fiscal aprobado en diciembre se debió a "un agujero" en las cuentas públicas que obligó al nuevo Gobierno a actuar "con urgencia". Sin embargo, ha matizado el carácter provisional de esas medidas: "Es una subida temporal que caduca el 31 de diciembre de 2013". El ministro ha reiterado la idea de que no se saldrá de la crisis "subiendo los impuestos y recortando el gasto en las capas más débiles de la sociedad".
Tras las elecciones
El titular de Hacienda ha descartado el aumento del IVA tras las elecciones andaluzas y asturianas el próximo día 25 de marzo, como aseguran desde la oposición socialista. La opción de subir los impuestos especiales, -que gravan el tabaco, el alcohol y la gasolina- también parece descartada tras reconocer el ministro la caída en la recaudación sobre estos bienes y el miedo en el Gobierno a que un aumento en la presión fiscal retraiga todavía más el consumo. Sin embargo, el ministro de Economía, Luis de Guindos, durante su comparecencia en el Senado ha asegurado que el Ejecutivo está considerando "diferentes alternativas fiscales" para reducir el déficit. No ha especificado cuáles, y todas las referencias se centran ahora en la tributación de las empresas, con especial incidencia en las exenciones y bonificaciones que podrían suprimirse.
Durante su intervención, una de las ideas más repetidas ha sido la de cumplir con la estabilidad presupuestaria para recuperar la confianza de España en el exterior. Y para ello ha defendido la reducción del déficit público. "Pensar que de la crisis se sale con más deuda pública es un error de manual", ha explicado en clara referencia a las peticiones del PSOE de pedir más flexibilidad a Bruselas. Sin embargo, ha defendido el incumplimiento del 4,4% fijado para 2012 por considerarlo poco realista: "El objetivo del 4,4% no tenía sentido por el escenario económico".
Respecto al tira y afloja entre el Gobierno y la UE sobre la cifra de déficit del 5,8% anunciado por el presidente Mariano Rajoy y el 5,3% fijado finalmente por Bruselas, Montoro ha negado que fuese una decisión pactada y ha defendido la autonomía de España para sentarse a negociar "sin complejos" con sus socios europeos. Para el titular de Hacienda era necesario fijar una cifra de déficit que permitiera "volver a crecer" y "crear empleo". Y es que el objetivo último es el sagrado 3% para 2013. Y el Gobierno es consciente, como ha reconocido el ministro De Guindos, de que existe "poco margen para cometer errores".
Por último, Montoro también ha defendido la reforma laboral por considerar que "moderniza" las relaciones laborales en aspectos claves como la negociación colectiva o la movilidad de los trabajadores dentro de la empresa. Ha criticado a quienes repiten que la reforma abarata el despido por "deformar la realidad".