Nadal, demasiado para la peculiaridad de Dolgopolov
El tenista balear doblegó al ucraniano por 6-3 y 6-2 y selló su clasificación para cuartos de final de Indian Wells, donde se enfrentará a Nalbandian
MADRID Actualizado:Puede gustar más o menos su tenis y su forma de plantear los partidos. Puede ser criticable su irregularidad y admirable su atrevimiento. Pero lo que es seguro es que Alexander Dolgopolov, encuentro tras encuentro, no deja indiferente a nadie. Y lo volvió a demostrar este miércoles ante Rafa Nadal. Ante el peculiar juego del ucraniano, capaz de lo mejor y de lo peor, el español no pudo sacar a relucir su mejor tenis ante la falta de ritmo del enfrentamiento, pero consiguió vencer por 6-3 y 6-2 sin excesivos problemas y se clasificó para cuartos de final de Indian Wells. En su próximo encuentro se verá las caras con Nalbandian, que derrotó a Tsonga.
Nadal había avisado antes del partido de que Dolgopolov es “un jugador loco del que te puedes esperar cualquier cosa”. Sin embargo, en los primeros compases del duelo, su locura dentro de la pista no fue sinónimo de sorpresa y de éxito para el ucraniano, sino de irregularidad y de desatino. Los excesivos errores no forzados sepultaron sus opciones de victoria. Tan pronto golpeaba una derecha que se marchaba tres metros por detrás de la línea de fondo que tiraba una dejada o un globo que sentaba a Nadal.
Sin embargo, el número dos del mundo no estaba para ‘jueguecitos’ y comenzó el encuentro fiel a sí mismo: ganando su servicio y, sobre todo, rompiendo el del ucraniano. La falta de ritmo con la que jugaba el número 21 del mundo no hería al de Manacor. Iba demasiado a ráfagas como para sorprenderle. Muy acelerado y anárquico, el juego de Dolgopolov contrastaba con la solidez y la calma del español. Además, al igual que ante Granollers y Mayer, su derecha y su servicio eran suficientes para superar a su rival.
Un poco de presión
El único momento en el que Dolgopolov tuvo ligeramente contra las cuerdas al segundo cabeza de serie del torneo fue en el noveno juego del primer parcial. Después de conectar varios de esos golpes imposibles que yerra más que mete habitualmente, el ucraniano tuvo tres bolas de rotura que desaprovechó. Nadal, en su primera bola de set, cerró una manga en la que apenas hizo tres errores no forzados, por dieciséis de su oponente. Demasiados para sorprenderle.
Esa efervescencia del final del primer acto prácticamente se diluyó en el segundo parcial. Quizá en el último juego del choque volvió a aparecer, pero era demasiado tarde. Porque previamente, durante toda la segunda manga, el ucraniano mostró de nuevo su versión más errática, la que le llevó a realizar 33 errores no forzados en todo el partido. De ese modo, Nadal selló su clasificación para cuartos de final del primer Masters 1.000, donde se verá las caras con otro mago de la raqueta: David Nalbandian.