Solo puede quedar uno
CÁDIZActualizado:Los favorables pronósticos se desinflan. Los populares que tienen cerebro propio y espíritu crítico admiten que lo tienen más difícil que hace un mes. Empezaron la campaña convencidos de la victoria pero ahora, con este clima enrarecido, empiezan a ver fantasmas. Y todos les susurran que se quedarán a un escaño, o a dos, o a tres. En la orilla, en cualquier caso. Está por demostrar su temor. Igual que su euforia anterior necesitaba confirmación material, numérica. Si finalmente ganara el PSOE, al PP se le caerían muchos palos del sombrajo. Parecería que la alternancia es imposible. Nunca se vio tanto desgaste, nunca fue mayor el tronar de la corrupción. Si resistiera en estas circunstancias, algunos votantes y ciudadanos equidistintes, sin vínculo a ninguno de los cinco partidos más votados, tendrían motivos para pensar que es inmortal.