Francisco Mena (a la izquierda), presidente de Nexos, y José Encinas, de la AUGC. :: ÓSCAR CHAMORRO
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Sancionado sin sueldo un guardia por colaborar en la lucha contra la droga

El agente, destinado en Chipiona, se queda seis meses sin empleo por impulsar una asociación en una zona 'caliente' como la Costa Noroeste

Cádiz Actualizado: Guardar
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«Flaco favor se le hace a la lucha antidroga castigando a quien ha tenido el valor de abrir una asociación donde nadie se había atrevido antes». Son las palabras de una figura relevante en la batalla sinfín contra el narcotráfico en la provincia. Se trata del presidente de la Federación Provincial Nexos, Francisco Mena, quien lleva en esta pelea, repleta de sinsabores como él mismo reconoce, desde hace 20 años. El último palo que se ha llevado esta coordinadora que aglutina a varias asociaciones antidroga gaditanas, personadas como acusación en multitud de procedimientos contra narcos, les ha llegado de donde menos se lo esperaban, del Cuerpo Benemérito.

Mena hizo ayer público, respaldado por la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), la sanción impuesta por la Dirección General de la Benemérita a un cabo destinado en Chipiona por haber impulsado la primera asociación en una zona 'caliente' del narcotráfico como es la Costa Noroeste. Antes de que este agente se atreviera a liderar este proyecto, «nadie lo había hecho. Nadie quería». El precio que ha pagado por ello ha sido muy elevado. Desde el pasado 23 de enero ha sido suspendido de empleo y sueldo durante seis meses, más la pérdida del destino. «Es excesivo. Lo han tratado como si fuera un criminal», decía ayer indignado el presidente de Nexos.

La Guardia Civil le abrió un expediente sancionador por falta muy grave, basado en un informe previo del jefe de la Compañía de Jerez, que ya ha pasado a la reserva. ¿El motivo? Atendiendo al régimen disciplinario de la Benemérita, pertenecer a una asociación sin ánimo de lucro incurre en una incompatibilidad que debe ser sancionada. «Estos absurdos se producen por aplicar un régimen más propio del siglo XIX que también puede castigar a un guardia que presida una asociación de vecinos o a un club de amigos ciclistas», apostillaba ayer el secretario provincial de la AUGC, José Encinas. En cambio, fuera de riesgo de sufrir una sanción de este tipo están los miembros de la asociación a favor de los huérfanos del Instituto Armado, «donde están presentes muchos mandos del Cuerpo». Encinas hacía esta comparación para ahondar en las situaciones injustas que puede provocar la aplicación de este régimen disciplinario.

Las coordinadoras antidroga, confirmó Mena, están preparando un manifiesto para mostrar su apoyo a su antiguo compañero, que llegó a presidir durante unos meses la asociación Mandrágora, que ahora está en peligro de desaparecer tras ser descabezada a la fuerza. «Hay un nuevo presidente, pero se ha resentido mucho el colectivo. Este agente era el alma del proyecto y es difícil recuperar ese ímpetu inicial y menos en la zona de la que estamos hablando».

En agosto de 2010, Mandrágora conseguía poner una pica en Flandes al abrir la primera asociación antidroga en Sanlúcar y con ámbito de actuación en toda la Costa Noroeste. El agente abandonó el colectivo «tras organizar tres conferencias -recordaba Francisco Mena- y pese a su dimisión, lo han sancionado». Mena no entiende cómo en Nexos «hay policías nacionales y locales comprometidos en la lucha contra la droga y se castigue a un guardia civil valiente, que dedicaba su tiempo libre a esta labor sin ánimo de lucro».

La AUGC ha recurrido el expediente, pero solo confían que sean atendidos sus argumentos al final del proceso, cuando salga de la jurisdicción militar y pase al Contencioso. «Allí los jueces nos suelen dar la razón», decía Encinas, quien también reconocía que para entonces, el agente expedientado, con más de 20 años de servicio, habrá cumplido la sanción y deberá pedir nuevo destino.