Un 'leonardo' tras una pared
Los expertos han hallado muestras de pintura con una composición similar a la que empleó Da Vinci para pintar 'La Gioconda' 'La batalla de Anghiari' puede encontrarse oculta en un palacio de Florencia
ROMA. Actualizado: GuardarPor un agujerito en una pared un minúsculo brazo mecánico ha sacado una muestra de pintura negra con una composición química similar a la que utilizó Leonardo da Vinci en 'La Gioconda' y el 'San Juan Bautista', ambos en el Louvre, y el mundo del arte vibra de emoción.
Podría ser cierto el sueño de que un famoso fresco de Leonardo de 1505, 'La batalla de Anghiari', que se daba por destruido y que solo se conoce por una copia de Rubens, simplemente fuera tapado con un muro. En él Giorgio Vasari pintó años después otro fresco, 'La batalla de Marciano', el que ven los visitantes en la pared este del Salón del Cinquecento del Palazzo della Signoria, en Florencia, y escribió en una esquina una frase enigmática: 'Cerca, trova' (Busca, encuentra). Un ingeniero y estudioso italiano, Maurizio Saracini, tuvo la intuición hace más de treinta años de que era un guiño de Vasari, admirador de Leonardo y que quizá optó por cubrir el fresco del maestro con otro tabique en vez de borrarlo. Para Saracini se ha convertido en la obsesión de su vida y no ha parado hasta lograr curiosear tras el muro con técnicas muy sofisticadas. Los sensores confirmaron hace años que, en efecto, detrás había un espacio y luego otra pared. Pero tras años de preparativos para asomarse al otro lado hasta ayer no se tuvo una mínima idea de qué hay allí, y los resultados son emocionantes: desde luego ese muro oculto está pintado -han aparecido muestras de negro, rojo y beige- y el primer color parece de la misma paleta de la que salió 'La Gioconda'.
A través de seis agujeros realizados en partes ya dañadas del fresco de Vasari se ha introducido una cámara y un brazo para tomar muestras de material. Para los investigadores, el rojo es una material orgánico, una especie de laca, y es «improbable que este material forme parte de la pintura normal de una pared». Además las imágenes del beige indican que «solo puede haber sido aplicado con un pincel». Por último, ha quedado definitivamente probada la existencia de un hueco y otro muro tras la pared.
«Queda mucho por hacer»
Estas evidencias fueron presentadas ayer a bombo y platillo en Florencia por Saracini, que dirige los trabajos con su instituto CISA3 de la universidad de California y la National Geographic Society, con el apoyo del ayuntamiento de la ciudad. «Estos datos son muy estimulantes, aunque queda mucho por hacer para poder resolver el misterio, pero las pruebas demuestran que estamos buscando en el sitio justo», declaró. Por su parte Matteo Renzi, el mediático alcalde de Florencia, promesa de la política italiana y aspirante a líder del centro-izquierda, ya está lanzado. Da por demostrado que el fresco de Leonardo está ahí y anunció que ya ha pedido al ministro de Cultura el permiso para verificar sus condiciones «y sacarlo fuera». Su idea, para empezar, es retirar las partes del fresco de Vasari restauradas en los siglos XIX y XX, que no afectarían a la obra original, y observar bien el muro posterior.
Eso ya es ir muy deprisa y aquí ha empezado la polémica con una operación que ya ha recibido críticas. Tomaso Montanari, de la Universidad Federico II de Nápoles, una de las voces contrarias a esta investigación, ha criticado que los resultados «provienen de un laboratorio privado, cuyos mismos promotores han definido su trabajo como destinado al marketing, y no han sido contrastados por otro instituto». Por eso pide que el Opificio florentino repita los análisis y acusa al alcalde de la ciudad de «no tener ni idea de lo que es el patrimonio artístico».