'Clotilde de Sorolla', musa y mujer de artista
Una exposición reivindica el papel que desempeñó la esposa del pintor en su carrera, artífice del Museo que lleva el nombre del maestro
MADRID.Actualizado:Musa, esposa, madre y mujer avanzada para su tiempo. Estas cuatro facetas las reunía Clotilde García del Castillo, en quien se inspiró su marido, el pintor Joaquín Sorolla, para alumbrar cuadros, apuntes, esbozos y dibujos. García del Castillo fue además la artífice del Museo que lleva el nombre de su marido, cuando en 1925 dictó testamento donando todos sus bienes al Estado español para fundar el centro. Clotilde y Sorolla protagonizaron una arrebatada historia de amor. Lo reflejan las cartas que intercambiaron y en las que el artista se dirigía a su mujer con estas palabras: «Ando cojo, me falta tu sereno juicio y tus apasionados besos». En la exposición 'Clotilde de Sorolla', inaugurada ayer por el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, se muestran 34 lienzos y numerosos dibujos y fotografías que hablan de la vida familiar, los viajes y los grandes encargos que ejecutó el maestro del iluminismo. Clotilde murió en 1929. Dos años después se creó una fundación y al siguiente Manuel Azaña, jefe del Gobierno de la República, inauguró el Museo Sorolla. El único hijo varón del matrimonio, Joaquín, fue el primer director de la institución.
La muestra está dividida en cuatro áreas: la intimidad de la pareja, el papel que desempeñó Clotilde como musa del maestro, su rol como mujer del pintor, hasta el punto de erigirse en puntal y apoyo de la carrera de su marido, y sus gestiones como fundadora del Museo.
Además de la treintena de pinturas, la exhibición consta de 15 notas de color, 40 dibujos, 49 fotografías, así como algunos objetos. En una vitrina se exponen una camisa y el broche de un zapato que García del Castillo luce en diversos cuadros, amén del certificado de matrimonio de la pareja, que data de 1888.
Mujer moderna y cosmopolita, Clotilde fue una gran lectora, como aparece reflejado en una de las piezas más importantes de la exhibición. En ocasiones, aparte de los retratos formales, García del Castillo posó como modelo anónimo en escenas de todo tipo, incluidos algunos desnudos. Uno de ellos, que data de 1884, ha sido rescatado de los almacenes del Museo para formar parte de la exposición. A la vista del perfil y tras estudiar otros detalles, los expertos concluyen que se trata de la mujer de Sorolla.
Clotilde no se limitó al discreto papel que reservaba a la mujer la sociedad de finales del siglo XIX y principios del XX. «Ella era su administradora; era muy organizada y muy práctica. Siempre le apoyaba y jamás le abrumaba con sus peticiones», argumenta María Luisa Menéndez Robles, conservadora jefe del Museo Sorolla.