Una matanza de mujeres y niños acentúa el drama en Siria
La oposición denuncia la muerte de casi medio centenar de civiles en Homs a manos de fuerzas leales a El-Asad
EL CAIRO.Actualizado:El conflicto sirio dio ayer un nuevo paso al vacío con la aparición de casi medio centenar de cadáveres en Homs, en su mayoría de mujeres y niños asesinados con una brutalidad escalofriante, y el anuncio por parte de los rebeldes de haber matado a más de 250 miembros de las fuerzas del régimen de Bashar el-Asad. Pero mientras la violencia se intensifica, la política se paraliza. Un día después de que Kofi Annan -el enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe para Siria- abandonara el país sin haber conseguido arrancar a El-Asad un acuerdo para poner fin a la violencia, el Consejo de Seguridad pugnaba de nuevo sin éxito por encontrar una postura común.
La visita de Annan, en la que la ONU y la Liga Árabe habían puesto grandes esperanzas, no ha dado fruto alguno por ahora y, de hecho, mientras el enviado especial se encontraba en Siria, el régimen continuó sin interrupción alguna los ataques a Homs, Idleb y otras localidades, según denunciaron los activistas. La tozudez y la crueldad con la que Damasco está reprimiendo a las poblaciones rebeldes fueron criticadas ayer por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien abandonó las medias tintas para asegurar que el régimen ha cometido «graves y sistemáticas violaciones de los derechos humanos que suponen crímenes contra la humanidad». Ban pidió también ayer a El-Asad que responda con urgencia y en los próximos días a las propuestas que le ha presentado Annan. Una serie de medidas que pasan por el fin de la violencia y el diálogo con todas las partes implicadas.
Miembros de Al-Qaida
Pero el Consejo de Seguridad de la ONU, a pesar de los llamamientos a la unidad que hizo ayer el secretario general, sigue tan dividido como hace meses. Tanto Estados Unidos como Rusia condenaron ayer la violencia en Siria, pero mientras Washington se refería a la maquinaria de guerra de El-Asad contra civiles que se ven obligados a defenderse, Moscú se embarcaba en el discurso de Damasco de que hay extremistas de Al-Qaida infiltrados en Siria y que los rebeldes tienen una gran responsabilidad en el conflicto. Así lo aseguró el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, en una reunión especial del Consejo para tratar sobre los retos de la 'primavera árabe', y que, sin embargo, estuvo acaparada por Siria.
El mismo discurso defendían ayer los medios de comunicación leales a El-Asad con respecto a la matanza de Homs. Unas 45 personas aparecieron muertas, la mayor parte de ellas niños y mujeres, algunos degollados, otros quemados vivos, en el barrio de Karm el-Zaitum. Los opositores Comités de Resistencia Local acusaron a las fuerzas del régimen y aseguraron que las víctimas ascendían a más de un centenar en todo el país. La respuesta no se hizo esperar. El número dos del Ejército Libre Sirio (ELS) anunció a Efe horas después que había matado a 250 miembros de las Fuerzas Armadas, entre ellos militares y 'shabiha' (matones) en Rankus, a las afueras de Damasco.
Pero la agencia oficial Sana volvía a culpar a «grupos terroristas» de la masacre. Según la versión oficial de Damasco, bandas armadas habrían secuestrado y asesinado a familias enteras para luego mostrar sus imágenes en televisión justo antes de una nueva reunión del Consejo de Seguridad de la ONU y así «pedir la injerencia extranjera en Siria».
Pero ni el máximo órgano de Naciones Unidas ni la comisión investigadora del Consejo de Derechos Humanos (CDH) del mismo organismo piden, por ahora, una intervención armada en el país, algo que la oposición siria cada vez reclama con más fuerza. Ayer, el Consejo Nacional Sirio, el grupo con sede en Turquía que busca liderar la atomizada oposición, aseguraba que ni las manifestaciones ni las sanciones han funcionado y que ha llegado la hora de que las tropas internacionales inicien una incursión militar.