El ministro de Economía, Luis de Guindos, saluda ayer al jefe del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. :: YVES HERMAN / REUTERS
Economia

España busca el aval de Alemania en su pulso por relajar el déficit

Berlín elude un apoyo explícito, pero aplaude los «grandes progresos» del Gobierno frente al 'no' cerrado de Holanda y Austria

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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España inició ayer el camino para intentar lograr el aval de la Eurozona a su relajación unilateral del déficit. El ministro de Economía, Luis de Guindos, abrió las negociaciones con un encuentro con su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble. La reunión no deparó un espaldarazo explícito, pero el titular germano elogió los últimos esfuerzo del Gobierno español. «Se han hecho grandes progresos», corroboró. La mayoría de los socios de la moneda única tampoco ofrecieron una posición clara, salvo el 'no' rotundo de Austria y Holanda a suavizar cualquier objetivo. La resolución definitiva, que dependerá en buena medida del contenido de los Presupuestos del Ejecutivo, no se espera hasta mayo o junio.

De Guindos se encontró con Schäuble poco antes del arranque de la cita habitual del Eurogrupo, el órgano que engloba a todos los ministros del ramo de la moneda única. Aunque el titular de Economía insistió en que ya se habían visto en otras ocasiones, la reunión cobró una mayor dimensión por el órdago lanzado por Mariano Rajoy hace menos de dos semanas. El presidente anunció entonces que rebajaba el límite de déficit para este año desde el 4,4% al 5,8% sin el consentimiento de sus socios. La decisión, que en Bruselas se ha interpretado como un desafío a la política europea de máxima austeridad, no se había comunicado previamente a la UE, lo que provocó un importante malestar.

El ministro de Economía acudió a Bruselas con el objetivo de explicar la relajación fiscal. El primero en escuchar sus argumentos fue el titular germano. Según detalló De Guindos, su homólogo entendió «perfectamente» la nueva situación que esgrime España para justificar la modificación. El Gobierno insiste en que el límite del 4,4% se estableció con unas previsiones de crecimiento inexistentes actualmente. Paralelamente, recuerda que 2011 se cerró con un desfase presupuestario del 8,5%, muy superior al pactado y que hace casi imposible poder cumplir con la senda marcada. «Lo que hay que hacer es ver el punto de partida, las circunstancias y las reformas que hemos puesto sobre la mesa», resumió.

«Camino difícil»

Schäuble no desveló si su colega consiguió convencerle, aunque tuvo que responder a preguntas que equiparaban la situación española con la de Atenas. «Grecia es un caso realmente único», subrayó antes de aplaudir los «grandes progresos» realizados por el Gobierno popular. Sobre la relajación del déficit, el ministro germano se reservó la opinión, pero dio signos de que apuesta por respetar los límites fijados. «Todos estamos en un camino difícil. Los acontecimientos y experiencias de los últimos meses han demostrado que estamos en el camino correcto», indicó en referencia a la estrategia de primar los recortes frente al crecimiento.

Austria y Holanda, dos de los grandes aliados germanos en la defensa de la rigurosidad presupuestaria, no se anduvieron con rodeos. La titular austriaca, Maria Fekter, remarcó que España tiene que «esforzarse». «También supervisamos a otros países y no vamos a modificar los objetivos», proclamó. A su juicio, la Eurozona debe ser inflexible para blindar la credibilidad de sus nuevas reglas fiscales frente a los mercados. El holandés Jan de Kees de Jager auguró que la Comisión, que en las próximas semanas deberá presentar una propuesta sobre la decisión española, adoptará «una posición estricta» y llamó a respaldarla.

El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, se mostró más partidario del diálogo. El primer ministro luxemburgués dejó la puerta abierta «a discutir» el déficit de este año, pero siempre sobre «la base de que se va a alcanzar el objetivo del 3% en 2013». En esta negociación, las tesis de la Comisión son fundamentales para obtener el respaldo final del club de la moneda única. Bruselas ya ha dicho que su evaluación dependerá de dos cuestiones: la explicación detallada del desfase del año pasado y las nuevas medidas de ajuste. Ayer, también trascendió que el Ejecutivo comunitario espera la elaboración de una estrategia de reducción del gasto a medio plazo, aunque gana fuerza la idea de que la meta realmente importante es la del año próximo.

El Eurogrupo, uno de los más breves que se recuerdan desde que estalló la crisis, también analizó la situación en Grecia. Los socios constataron el éxito de la delicada operación para aplicar una quita del 70% a los acreedores del país. Los inversores asumieron ayer oficialmente las pérdidas con un canje de bonos concebido para reducir la deuda helena en más de 100.000 millones.