Afganistán exige un juicio público contra el autor de la masacre
Washington atribuye el asesinato de 16 civiles a un soldado mentalmente inestable y que había estado desplegado anteriormente en Irak
KABUL Actualizado: GuardarEl Parlamento afgano ha condenado la muerte de 16 civiles afganos a manos de un soldado estadounidense en la provincia de Kandahar, al sur de Afganistán, y ha advertido de que el país ha "perdido la paciencia" con las acciones "arbitrarias" de las fuerzas extranjeras. "La Wolesi Jirga (la Cámara Baja del Parlamento) anuncia que, una vez más, los afganos han perdido la paciencia a causa de las acciones arbitarias de las fuerzas extranjeras", ha declarado la Cámara en un comunicado.
Según el diario digital afgano 'Khaama', alrededor de 120 parlamentarios han condenado la matanza y declamaron el procesamiento, urgente y público, de los responsables, así como la formación de una comisión de investigación sobre estos hechos. Por su parte, la agencia afgana de noticias Pajhwok ha informado de que la Wolesi Jirga ha decidido las sesiones previstas para este lunes en protesta por la matanza y ha expresado su indignación por este "cruel ataque".
El representante por Kandahar, Hamidzai Lalai, ha reclamado la dimisión del presidente afgano, Hamid Karzai, por su incapacidad para garantizar la seguridad y ha rechazado la versión oficial norteamericana, que ha atribuido la matanza a un soldado mentalmente inestable y que había estado desplegado anteriormente en Irak.
El estado mental del soldado
Al parecer, el militar abandonó su base de madrugada y tras caminar más de un kilómetro llegó a la localidad, donde probó puerta por puerta y entró en tres viviendas. En una de ellas, según los testigos, mató a once personas, entre ellas cuatro niñas menores de seis años, y a continuación les prendió fuego. Según un corresponsal del 'New York Times', que ha podido ver los cuerpos después de que éstos fueran trasladados a la base estadounidense, entre ellos hay cinco menores de edad que presentan un único disparo en la cabeza.
Un alto cargo militar de la base ha indicado al diario que el autor de la matanza, que se entregó voluntariamente tras los hechos, es un sargento que forma parte de una unidad con base en Lewis-McChord, cerca de Tacoma (Washington) y que participaba en una operación de estabilización local en Afganistán. Otro alto cargo militar ha indicado al 'New York Times' que el sargento, de 38 años, casado y padre de dos hijos, había estado destinado hasta en tres ocasiones en Irak, si bien ésta era la primera vez que estaba en Afganistán, donde llegó en diciembre. El hombre llevaba once años en el Ejército.