El PSOE cierra otro Congreso regional casi dividido en dos

Pedir a los militantes que «pasen página» de un Congreso caracterizado por la división empieza a convertirse en algo relativamente frecuente en el PSOE. El recién reelegido secretario general de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, tuvo que hacerlo de nuevo ayer después de haber sido elegido por el 53% de los votos y conformar una ejecutiva respaldada por apenas un 68% de los delegados.

La elección de Vázquez supone el segundo revés interno para Ferraz en el proceso de reequilibrio de poder abierto con los congresos regionales, tras la reelección del díscolo Tomás Gómez en Madrid. Aunque, oficialmente, la dirección federal no tenía candidatos y Vázquez llevaba el marchamo de 'rubalcabista', su contrincante de última hora, la exministra de Agricultura Elena Espinosa, era la apuesta del anterior número dos del partido, aún muy vinculado con el aparato, José Blanco.

Vázquez -que estuvo acompañado en su proclamación por Alfredo Pérez Rubalcaba- no ha incluido en su dirección a ningún partidario de Espinosa, a la que venció por solo 33 votos. Cuenta con 20 votos de apoyo más que su candidatura gracias al respaldo de algunos críticos, pero el equipo de la exministra se abstuvo.