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COLAPSO

JOSÉ JAVIER ESPARZA
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Ni el destino de Isabel Pantoja, ni la próxima operación de Belén Esteban ni la renovación de 'Águila roja'. El gran asunto que hay ahora mismo sobre la mesa, en el mundillo audiovisual español, no es televisivo, sino comercial: el duopolio publicitario de Telecinco y Antena 3, que está a punto de colapsar el mercado. Lo ha denunciado esta misma semana el director general de la Asociación Española de Anunciantes (AEA), Juan Ramón Plana, en el foro 'The future of Advertising' (esa funesta manía de ponerlo todo en inglés). La cuestión es que, después de la absorción de Cuatro y La Sexta por Telecinco y Antena 3, respectivamente, los dos monstruos italianos copan el 85% de la tarta publicitaria en España, aunque en realidad solo ocupan algo más del 25% de cuota de pantalla. Esto no solo hace imposible la competencia en el mercado televisivo por asfixia de las demás cadenas, sino que además impone a los anunciantes condiciones draconianas: las condiciones que Telecinco y Antena 3 quieran, que ya imaginará usted que no son especialmente generosas. El director general de AEA se queja de que el nuevo Gobierno ha recibido enseguida a las grandes cadenas privadas, pero a los anunciantes los ha preterido. De momento esperan ser recibidos por el secretario de Estado de Telecomunicaciones, pero sin fecha. Y es llamativo, porque la oferta de los anunciantes no puede ser más tentadora: volver a meter publicidad en TVE, lo cual le resolvería al Gobierno un serio problema. La AEA denuncia que el duopolio publicitario de Telecinco y Antena 3 está encareciendo unilateralmente los precios y perjudicando a todo el tejido empresarial vinculado a la televisión. Es verdad. Ahora la pelota está en el tejado del Gobierno. ¿Qué tendría que hacer? Marcar un tope máximo de cuota publicitaria sobre la cuota de pantalla real. En Europa se usan fórmulas parecidas. Pero eso, evidentemente, limitará los ingresos de los dueños de las grandes privadas. ¿Se atreverá el PP a ponerle ese cascabel al enorme gatazo de la tele? Le va a hacer falta mucho coraje.