Cientos de AK-47, ametralladoras y varios lanzagranadas
Actualizado:Desde que en agosto de 2010 un primer grupo de 20 insurgentes depuso sus armas en Badghis (una provincia del tamaño de Cáceres y con 415.000 habitantes) ha pasado un año y medio y los resultados, por ahora, están siendo «muy exitosos», según admiten fuentes militares. No solo por los reinsertados, sino por el arsenal del que ha hecho acopio las autoridades afganas.
Hasta la fecha se han devuelto 1.277 armas. La mayoría son fusiles AK-47, muy visibles desde la guerra con la URSS, pero también ametralladoras más modernas e, incluso, varios lanzagranadas RPG-7, usados en algunos de los atentados contra las tropas españolas. Otro material curioso entregado son radiotransmisores de corto alcance y algunas mina de fabricación casera que posteriormente son desactivadas por militares españoles.