Tres puntos que saben a gloria para el Cádiz B

Ya era hora pensaría más de uno. El Cádiz B necesitaba sumar tres puntos como el comer, para alejarse de los puestos opresivos de la clasificación y, sobre todo, recuperar el tono después de una mala racha de resultados.

Y lo consiguió a base de buen fútbol, ganando con merecimiento a un San Roque que se vio asfixiado por el ritmo que impuso el filial, sobre todo en el centro del campo, donde le ganó todas las partidas.

Muchísima culpa tuvo un tipo que hace apenas unos meses veía con cierta desgana la posibilidad de cambiar Granada por Cádiz, filial por filial. Ahora es 'Boa' para sus compañeros, es uno más en el grupo y encima cuenta con el respeto en el vestuario que le da su capacidad de generar buen fútbol.

Su actuación ayer fue para quitarse el sombrero. Demostró que incluso es capaz de tener presencia en las dos áreas, repartió juego y lo ganó todo en el centro del campo. Incluso tuvo llegada y se marchó con su golito en el zurrón. El africano es buen pelotero y si es capaz de mantener el nivel mostrado ayer contra el San Roque el Cádiz B no tiene por qué pasar ni un mal rato más para salvar la categoría.

Lo mismo que si consigue igualar el rendimiento defensivo. Akrong y Víctor fueron ayer dos valladares. No se les escapó ni una. Estuvieron muy metidos en el partido, en parte quizás ayudados por la tensión competitiva que transmite Dimitrievski, que no se calla ni debajo del agua. Poco trabajo tuvo ayer el macedonio, al que se le ve que es un portero de raza.

Lo único que pudo echarse en falta fue la chispa de Cuero, al que ayer le faltó medio segundito más para todo. Se notó que no está en las mejores condiciones, pero ni por esas renunció a fajarse con los centrales. Su arresto sirvió para abrir muchos espacios, el Cádiz B tocó y tocó y entró por banda gracias a un Alberto en el que el filial tiene un tesoro. Desbordó y estuvo a punto de marcar. Al rival, por contra, se le vieron muchas ganas pero una gran incapacidad.