Un niño ilusionado con un balón
«Es incomparable, es único; no hay otro como él que marque las diferencias en tantos partidos», dice Xavi Messi ha logrado catorce 'hat tricks' y dos 'pókers' ante Arsenal y Valencia
BARCELONA. Actualizado: GuardarTodos los periodistas que trabajan a diario en los últimos años contando las excelencias de Leo Messi ya saben desde hace tiempo que se están repitiendo. Nadie consigue ser ingenioso porque nadie pensó nunca en reservar un adjetivo para su siguiente exhibición. Posiblemente haya que inventar algún vocablo con permiso de la Real Academia Española. Seguramente se agotaron todos los calificativos en alguno de sus catorce 'hat tricks' anteriores o en sus dos 'pókers' ante Arsenal y Valencia, quizás en sus goles en dos finales de la Liga de Campeones o en el doblete en el Bernabéu en la última semifinal europea. Se quemaron las naves verbales sin la previsión de que Messi puede seguir superándose a sí mismo.
Por eso se recurre a los números, tan espectaculares como fríos, para explicar lo inexplicable. Y ni siquiera cuando esta temporada deje atrás el récord azulgrana de César (235) -ya lleva 228-, se será justo con él porque las cifras no reflejan todo lo que aporta al equipo: espíritu competitivo y juego asociativo que le permite también ser el mejor asistente del Barça.
Por eso, en un momento tan divino de Messi, puede que lo mejor sea quedarse con su lado más humano: en el túnel de vestuarios, camino del césped, se tomó una aspirina (Bayer, seguro) que le dio a la carrera el fisioterapeuta Juanjo Brau porque le dolía la cabeza y, tras su gesta, apenas celebrada en el momento del quinto gol personal en el 7-1 al Bayer Leverkusen, buscó el balón del partido como un niño ilusionado todavía con esos detalles. Guarda todos con los que ha logrado tres goles en un partido, firmados por sus compañeros, y el del Bayer tampoco lo perdonó. No, no es de otro planeta. Lo único que le hace diferente es que es el mejor jugador del mundo sin discusión.
«Tenemos que aprovechar que estamos vivos para ver lo que hace. Para mí es el mejor futbolista de la historia y creo que nunca más veremos a un jugador como él. No se puede comparar con nadie. Es estratosférico». Sandro Rosell, presidente del club, habló con orgullo del futbolista que fue portada en la prensa mundial, el crack global que monopolizó los espacios deportivos de las televisiones de todo el planeta.
«Picasso»
«Messi, Messi, Messi, Messi, Messi», tituló L'Equipe, una vez por cada gol. «La mano de Dios», coincidieron por una vez dos diarios deportivos que no suelen hacerlo: Marca y Mundo Deportivo. «Picasso», se pudo leer en el imaginativo periódico deportivo argentino Olé.
A Xavi también le costaba encontrar las palabras para calificar a su compañero: «Messi es incomparable, es único. No hay otro como él que marque las diferencias en tantos partidos. Creo que batirá todos los récords y espero que dure muchos años en el Barça porque nos hace disfrutar a todos». Pero Xavi puede estar tranquilo. El problema con encontrar el vocabulario que realmente merece Messi lo tenemos todos.