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ESPAÑA

Margallo no sabe «qué hacer» con la Alianza de Civilizaciones

Admite que en su día la iniciativa le pareció «humo», pero ahora duda si retirar a España del proyecto de la ONU que lanzó Zapatero

P. DE LAS HERAS
MADRID.Actualizado:

El PP nunca vio con buenos ojos la Alianza de Civilizaciones. Siempre la trató como una «ocurrencia» más del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero sin ninguna utilidad. Ahora, sin embargo, duda de que España, que sigue siendo el principal contribuyente económico en la iniciativa, deba retirarse sin más». No voy a engañar a nadie, no sé muy bien qué hay que hacer», confesó ayer el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, durante una comparecencia en el Senado.

El jefe de la diplomacia española ya dejó caer en el Congreso, hace algo más de una semana, su intención de repensar el papel que debe mantener España en la Alianza. Y, de manera elocuente, dejó entrever la consideración que el proyecto, hoy un programa de Naciones Unidas, le merece. «No me parece que esté la Magdalena para tafetanes», dijo en referencia a la necesidad que tiene el Gobierno de recortar gastos superfluos.

«Yo fui contrario a la Alianza de Civilizaciones porque me pareció que era humo, pero ahora -matizó en la cámara alta- es un proyecto de la ONU». El ministro informó de que ha hablado con el Alto Representante del programa, el expresidente portugués Jorge Sampaio y que éste trató de convencerle del interés de la propuesta. «Lo único que he pedido es que perfilemos qué contenido tiene», señaló.

El Gobierno no oculta que el papel de la Alianza de Civilizaciones en la 'primavera árabe', que sería precisamente su terreno, ha dejado mucho que desear. Pero aun así existe cierto interés estratégico en mantener viva una representación clave en una iniciativa en la que también tiene un protragonismo especial Turquía. Ambos países compiten por entrar en el Consejo de Seguridad de la ONU en el bienio 2015-2016 y existe cierto temor a que la retirada deje el camino expedito al país euroasiático, que cuenta con el peso de su influencia en el mundo árabe.

Margallo anunció que esperará a su próxima visita a la ONU antes de tomar una decisión. «Cuando vuelva -prometió a los senadores- les expondré mis vacilaciones y dudas para que entre todos busquemos una solución». España sufraga por sí sola el 33% de este programa internacional.