Repóquer de Messi

Un Barça muy serio, ajeno al ruido que generan las salas de prensa y los comités, goleó este miércoles al Bayer Leverkusen y selló su pase a cuartos de forma contundente, en ocasiones de una manera bastante humillante con el rival, al que no dio ninguna opción en toda la eliminatoria. Lo hizo gracias a un estratosférico Messi, que marcó ¡cinco!, el primer jugador que lo logra en la historia de la 'Champions'. Lo curioso es que el genio de Rosario llevaba la friolera de un año sin marcar en casa en Liga de Campeones. Hay estadísticas que son sorprendentes y ésta lo es en grado superior, ya que el argentino, con doce dianas, es el 'pichichi' del torneo (lo fue en las últimas tres temporadas), pero además porque lo que precisamente más acusa su equipo en la Liga doméstica es la falta de gol a domicilio. Una tarea en la que Messi y sus compañeros se muestran muy solventes en el Camp Nou, pero no tanto en los desplazamientos ligueros. En la explicación a esta ecuación puede que se encuentre la causa por la que el Barça está a 10 puntos del Real Madrid.

El caso es que el Barcelona afrontaba la vuelta de los octavos de 'Champions' en pleno revuelo por el caso Piqué y con la resaca del cruce de declaraciones en entorno a los árbitros y su supuesta persecución hacia los azulgrana aún calentita. Un ambiente previo algo enrarecido en Can Barça, que sorprende con la buena marcha del equipo: en pleno mes de marzo se encuentra vivo en las tres competiciones. Aunque en la liga está algo retrasado con respecto al Real Madrid), todo hace presagiar que el conjunto catalán se presentará en el tramo decisivo de la temporada con todos los frentes abiertos. Por eso choca más que se hayan metido en ciertos jardines, aunque no en Europa, el objetivo número uno de la 'culerada' para este año, en el que sueñan con una final ante el Madrid en Munich.

Y es que los hombres de Guardiola tienen la 'Champions' entre ceja y ceja. Quieren ser el primer equipo que repite título desde que la competición se juega bajo el formato de la Liga de Campeones y esas ganas se notan en el campo. Volvían Piqué (Puyol era baja por unas molestias en los aductores) y Messi, tras cumplir el ciclo de tarjetas en Liga y regresaba también Busquets. Se notaba que había ganas de pasar página a las polémicas y encima el rival acompañó. Porque a diferencia del partido de ida, el Bayer se plantó con más ambición e incluso se atrevió a llevar la presión bastante arriba. Guardiola había avisado que no saldría a aguantar el resultado de la ida. Tampoco le hizo falta. Su equipo no salió a tumba abierta, si no más bien tocando con la tranquilidad que da el resultado y el hecho de que el rival no inquietara en demasía.

El Barça incluso se dejaba controlar para salir a la contra. El primer gol vino de una de ellas. El conjunto alemán salió al achique, con el 'pequeño' error de dejar a Messi solo entre líneas. Xavi lo vio perfectamente y le lanzó un pase en profundidad perfecto por encima de la defensa, que el argentino aprovechó de forma exquisita con una semi-cuchara por encima del portero. Tras el 1-3 de la ida, el Barça no concedía ni un atisbo de esperanza a los germanos de consumar la proeza de la remontada. Los alemanes apelaron en la previa a la histórica final de la UEFA ante el Espanyol. Pero ni aquel Bayer es el actual ni, sobre todo, aquel Espanyol es comparable al Barça. Así que ni acercarse al susto del voltereta.

El 2-0 fue un golazo, pero uno de tantos en los que Messi coge el balón en el pico del área, sortea a cuantos le intentan quitar al balón y, cuando ya está lo suficientemente centrado, busca el palo largo del portero. El 3-0 fue otra obra de arte y acabó por romper el partido. Cesc hizo un pase por encima de toda la defensa, Messi recibió y le coló una nueva vaselina a Leno. A partir de ahí fue un coser y cantar. Nunca antes se vio a un equipo alemán tan desarbolado y con tan poca capacidad de reacción. Por momentos no parecían un cuadro de la Bundesliga. Pero no debe ser fácil sacar el orgullo cuando enfrente está un jugador pequeñito que te mete cinco goles sin apenas despeinarse. ¿Cuál es el próximo reto de Messi? Tello, con un doblete, completó la gran noche de Messi.