«Pensaba que me iban a dar un tiro»
Varios testigos presenciales de la detención del capo de la mafia italiana Giuseppe Polverino en Jerez narran a LA VOZ cómo vivieron los intensos minutos que se vivieron en la calle Divina Pastora durante la actuación policial
JerezActualizado:«Fue una tensión. Yo estaba asustadísimo, con un miedo tremendo. Te ves las pistolas, te ves llegar a uno por detrás...Yo pensaba que me iban a meter un tiro. No sabía que era la Guardia Civil ni nada...y el otro encima intentando sacar la pistola. En fin, la verdad es que fue un show». El que habla es Agustín Sánchez Moresco, un joven jerezano que vivió en primera persona la espectacular detención de Giuseppe Polverino, uno de los capos de la mafia italiana más buscados del mundo.
Acababa de tomar algo junto a unos amigos en una de la mesas exteriores del bar Los Cisnes y nada la podía hacer intuir que segundos después se iba a ver tirado en el suelo en un rincón de la calle Divina Pastora porque varios agentes de la Guardia Civil iban a asaltar a dos de las personas que minutos antes habían estado sentadas junto a él, uno de ellos huido desde 2006 y en busca y captura mientras controlaba un imperio económico de mil millones de euros basado fundamentalmente en el tráfico de drogas. «Salieron de este bar (señalando Los Cisnes). Yo estaba sentado en la mesa de la esquina. Estaba con dos amigos que se marcharon y cuando terminé de conversar con ellos dio la casualidad que a la mitad de la calle coincidí con ellos (Polverino y su acompañante) paralelamente. Había uno más bajito y otro más grandullón. De repente vinieron como...parecía un ajuste de cuenta de unas bandas porque, claro, totalmente de paisano los agentes de la Guardia Civil...Salieron dos de frente, dos por detrás, uno de aquí (señalando la carretera) y otros que venían por la misma acera y fueron ya los que redujeron a estas dos personas (Polverino y su acompañante). Yo, asustado perdido, me agaché y me metí en una esquinita», recuerda Sánchez con el halo de pasión que desprende aquel que empieza a darse cuenta de que ha vivido una experiencia difícil de olvidar.
Mientras que Agustín se levantaba de la mesa del bar y se colocaba hombro con hombro con Polverino, Teresa Medina, de la tienda Abaloriate, presenciaba la escena desde el interior de su tienda, Abaloriate, «Estábamos por la tarde aquí tranquilos y de repente empezaron a salir guardias civiles de incógnito, de coches, de los callejones y demás. Se formó mucho revuelo. Había un Guardia Civil grabando todo el proceso de la detención. Me asusté y cerré la puerta».
Lo que grabó la Guardia Civil no debe ser ni más ni menos que lo que Sánchez de Moresco sigue contando con pelos y señales. «Uno de ellos estaba armado, concretamente el que estaba más cercano a mí, el más grande. Lo único que decían los agentes era 'quietos, quietos..tirarse al suelo'. Lo único que entendía con los nervios era, 'quietos, callarse y tirarse al suelo'. Estuvieron apuntándoles con las pistolas hasta que pudieron meterles las presillas. Le quitaron una pistola que llevaba en la parte trasera y ya los guardias civiles empezaron a quitarse los chalecos para que viéramos que eran de la Guardia Civil. Toda la calle estaba cortada. Los coches en paralelo porque traían cuatro coches. Al grandullón le metieron en un coche y el otro se quedó pegado a otro coche y lo estaban aguantando hasta que dieran la orden porque mientras tanto todo estaba parado. Ningún coche pasando, todos los peatones quietos...incluso vecinos que querían salir, la Guardia Civil riñiéndoles y diciéndoles 'qué os metáis para adentro'. A un coche que salía de una cochera le instaron a salir rápido...». Hasta que terminó todo.
Hoy en Jerez los coches vuelven a circular con normalidad, los peatones ya andan por la zona, aunque aún por la tarde la Guardia Civil sigue peinando la zona para encontrar más pruebas tanto en el interior como en el exterior del inmueble en el que se hospedaba Polverino. Pero la repercusión de la noticia hace que los jerezanos hayan convertido el tema en su particular trending topic de la vida 1.0. El eco de la noticia ha cruzado fronteras y se ha convertido en protagonista en varios de los medios más importantes de Italia. Lógico. Giuseppe Polverino formaba parte de unos de los clanes más perseguidos, que había quedado muy tocado tras la operación 'Pozzaro' en Tenerife, pero que seguía moviendo sus tentáculos desde el sur de España.