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El Benfica recupera un lugar entre los grandes

Alcanzó los cuartos de la ‘Champions’ seis años después tras sorprender en los descuentos a un Zenit inofensivo

IGNACIO TYLKO
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El Benfica sanó de la depresión que le produjo la reciente derrota ante el Oporto, y la consiguiente pérdida del liderato en Portugal, al superar al Zenit en un discreto partido y sellar su pase a cuartos de final de la Liga de Campeones. Después de seis años de sinsabores continentales, el histórico equipo lisboeta vuelve a competir entre los ocho mejores. Un hito cuando se cumple medio siglo de aquella Copa de Europa conquistada ante el Real Madrid (5-3) en el Olímpico de Ámsterdam.

Los goles del lateral uruguayo Maxi Pereira y del delantero Oliveira, en el descuento de ambos períodos, rinden homenaje al mítico Eusebio, gravemente enfermo, y cercena las esperanzas de un Zenit vulgar, inofensivo. El estilo italiano, muy táctico, de Spalletti, quien creció en la Roma, no mezcla bien con la idiosincrasia del alegre jugador ruso. En cierta forma, el éxito de este Benfica supone el triunfo del fútbol español y de buenos jugadores como Javi García, Nolito y Rodrigo, que emigraron para crecer. Y una forma de reivindicarse del veterano técnico Jorge Jesús, al que muchos le consideraban acabado en el club de Da Luz.

El ajustado 3-2 de la ida hizo que los dos equipos salieran sin prisas. Al Zenit le venía de perlas frenar el partido y que apenas ocurrieran cosas, ya que el empate a nada les hacía felices, y los lisboetas huían de la ansiedad porque sabían que, si poseían el balón y dominaban, un gol llegaría en cualquier momento. Con estas premisas, es lógico que al primer tiempo le faltase chispa, mordiente, competitividad. Demasiadas precauciones, superpoblación de jugadores en el centro del campo y escasez de ocasiones. Un centro-chut del brasileño Bruno César que desvió el portero, y una acción de estrategia mal culminada por Javi García desde la cercanía del punto de penalti fueron las únicas acción de cierto peligro hasta que en la prolongación llegó el gol portugués. Fue una bonita jugada llevada por la derecha por Bruno en la que el belga Witsel acabó sacándose de la chistera una asistencia de tacón para que Maxi Pereira fusilara a Malafeev. Premio para el ofensivo lateral charrúa.

No cambió mucho la dinámica en la reanudación, aunque al menos el Zenit trató de crecer con los cambios. Pero le faltó mordiente y fe para poner en aprietos a un Benfica con jugadores más experimentados y técnicos. Jorge Jesú buscó más desborde y movilidad con un cambio de españoles, ya que dio entrada al exazulgrana Nolito y retiró al exmadridista Rodrigo, bastante espeso por detrás del punta. A la contra, el paraguayo Cardozo debio sentenciar la eliminatoria. Pero erró y sembró cierta emoción emoción hasta que Oliveira cerró el partido.