¿Un indulto para Jodorkovski?

Justo al día siguiente de las elecciones en las que Vladímir Putin ha obtenido una abrumadora victoria, su delfín, el presidente Dmitri Medvédev, ponía en marcha lo que parecen ser los pasos preliminares para indultar al empresario Mijaíl Jodorkovski y a los otros 31 condenados que la oposición extraparlamentaria considera presos políticos.

Según un comunicado de prensa difundido ayer por el Kremlin, Medvédev ha ordenado a la Fiscalía General «comprobar la legalidad» de las sentencias dictadas contra 31 conocidos disidentes. El resultado de las verificaciones exigidas a la Fiscalía General deberá ser presentado el próximo 1 de abril.

La lista de presos políticos que un grupo de opositores entregó a Medvédev recientemente, incluye nombres como el de Jodorkovski, expatrón de la petrolera Yukos, y su socio Platón Lébedev. Ambos fueron condenados en diciembre de 2010 a catorce años de prisión en su segundo juicio por robar el petróleo de su propia empresa y blanqueo de dinero. Ya antes, en mayo de 2005, les fue impuesta una pena de ocho años de cárcel al ser hallados culpables de siete delitos: estafa, robo agravado, apropiación indebida, fraude fiscal, evasión fiscal y falsificación de documentos.

Jodorkovski, que llegó a ser el hombre más rico de Rusia, fue detenido en 2003. Estaría ya en libertad de no ser por su segundo proceso. Su empresa fue desmantelada y entregada en su mayor parte a la petrolera estatal rusa Rosneft. Pese a que nadie pondría la mano en el fuego en relación con la honestidad del antiguo dueño de Yukos, juristas, politólogos y columnistas rusos sostienen que el motivo real de su desmesurado castigo fue que recriminó a Putin su alto nivel de corrupción y financió partidos de la oposición.