Un colectivo vulnerable
Actualizado:Si hay un colectivo al que no se le pueden asignar cuotas de responsabilidad en la gestación de las condiciones políticas y económicas que dieron a luz la crisis actual y que, a pesar de sufrir los duros golpes de la misma, no tiene la opción de acudir a las urnas, no levanta la voz en las calles ni manifiesta sus pesares en prensa, televisión y radio, ese es el de los niños. Padecen en silencio el drama de los desahucios, la escasez de alimentos en neveras, el eclipse de felicidad causado por la desestabilización emocional de las familias y el incremento de riesgos que amenazan su seguridad y salud como consecuencia de la precariedad o sequía de recursos en el entorno familiar y social, es decir, son rehenes vulnerables e indefensos ante circunstancias ajenas a su voluntad, de cuestiones que se les escapan de las manos. Cuidemos de ellos.