Los endebles candidatos

Cuatro candidatos se enfrentan hoy a Vladímir Putin por la Presidencia, pero el único con alguna probabilidad de batirle, aunque muy remota, es el incombustible Guennadi Ziugánov, jefe del Partido Comunista de Rusia (KPRF). Sus posibilidades aumentarían en el caso de que Putin no lograse el 50% más uno de los votos para proclamarse vencedor en primera vuelta.

Los sondeos asignan a Ziugánov una intención de voto cercana al 20%, pero podría cosechar mucho más en segunda vuelta, frente a Putin, al que algunas encuestas conceden más del 60%, aunque otras le sitúan por debajo del 50%. En este último caso, el comunista podría recibir en la segunda ronda los sufragios de muchos descontentos. En 1996 estuvo cerca de arrebatarle el Kremlin a Borís Yeltsin y hay quien cree que lo logró, pero, al parecer, el escrutinio fue falsificado para impedir que el país volviese hacia atrás.

Eso es lo que muchos rusos siguen pensando hoy día de los comunistas. Sin embargo, Ziugánov trata de adaptarse a los nuevos tiempos y se muestra más religioso, nacionalista y tolerante.

Salvo sorpresas, los demás candidatos quedarán muy lejos: el utranacionalista Vladímir Yirinovski no pasaría del 10%, el multimillonario Mijaíl Prójorov andaría por el 8% y el socialdemócrata Serguéi Mirónov no llegaría ni al 5%. Yirinovski parece haberse quedado estancado en su discurso de siempre, que con frecuencia entra directamente en la xenofobia y el racismo. A Mirónov, hasta hace poco presidente del Senado, se le percibe como un oportunista que ha cambiado de bando en cuanto le han despojado de sus privilegios. Su partido Rusia Justa fue creado en los laboratorios del Kremlin y se presenta como verdadera oposición.

La única cara nueva es la de Prójorov, a quien el Kremlin encargó el año pasado ponerse al frente de una plataforma supuestamente liberal, Causa Justa. El proyecto fracasó y el magnate fue expulsado del partido. Algunos opositores, como el exministro de Boris Yeltsin Alfred Koch, están convencidos de que, aunque no sea el candidato ideal, los demócratas deberían votar a Prójorov, ya que, según su opinión, es la única forma de cerrar el paso a Putin.