Al fin, el manto de la Estrella

La Estrella al fin tiene ya mando bordado. Una vieja aspiración de la corporación que actualmente dirige Manuel Serrano, que ha visto la luz con la presentación de la nueva pieza de bordado que ha ejecutado Jesús Rosado, prestigioso bordador astigitano, para la cofradía del Domingo de Ramos. El acto de presentación tuvo lugar ayer en el Salón Noble del Alcázar, y sirvió para dar a conocer al primer manto que se confecciona de nuevo trazado en Jerez en los últimos cuarenta años, mención aparte a la recuperación histórica que obró Paleteiro con el manto de Nuestra Señora de las Lágrimas. Desde entonces, muchas han sido las restauraciones, incluso se han ejecutado otras piezas de bordado de gran nivel para nuestra Semana Mayor, pero con la presentación de ayer se abre un nuevo tiempo en las cofradías, ese en el que se demuestra que con ilusión y esfuerzo, y pese a la tremenda crisis económica que asola Europa, todos los objetivos son posibles para nuestras corporaciones diocesanas.

El manto de la Estrella es un ejemplo de que actualmente, y tal y como afirma el delegado de patrimonio de la diócesis, se vive un momento de esplendor en las artes que conforman el universo cofradiero, como la escultura o el bordado. Con un diseño que bebe en la fuente de lo clásico, ya que recuerda a la caída delantera del precioso paso de palio de Nuestra Señora de la Estrella, obra de Esperanza Elena Caro -aunque los trazos del manto son juanmanuelinos- el bordado es sin embargo absolutamente innovador en muchos conceptos. La hermandad, sabedora de los problemas económicos que podía acarrearle la ejecución de esta pieza, confió en Jesús Rosado a la hora de diseñar y ejecutar los bordados, y la elección ha resultado un completo éxito, ya que con trazos simples, repetidos, asimétricos, ha conseguido un efecto estético digno de los grandes mantos de época, aunque realizado en nuestro tiempo. De hecho, el manto incorpora bordados en sedas de colores, que consiguen que la magistral obra sea mucho más atractiva visualmente hablando, ya que contrasta con el oro de los bordados y el azul del terciopelo que funciona como soporte.

Está previsto que el manto pueda contemplarse hasta el próximo jueves en el mismo salón que ha sido presentado, en un afán de la cofradía por exponer una pieza que considera con acierto de primer nivel. Una vez que concluya la exposición, el manto pasará a las dependencias de la hermandad, ya que la dolorosa lo estrenará el Domingo de Ramos, cuando la Borriquita sea una vez más la que abandere la Semana Santa jerezana.