Las claves del 'supermartes'
Los candidatos republicanos luchan en diez estados que reparten un total de 437 delegados
MADRIDActualizado:Mitt Romney logró este martes una holgada victoria en Arizona. Le sacó más de veinte puntos porcentuales de ventaja a su principal rival en la carrera por la nominación del Partido Republicano, Rick Santorum, y se hizo con los 29 delegados en juego. El estado que tiene al último candidato de ese partido a la Casa Blanca, John McCain, como uno de sus senadores en Washington, se decantó por el hombre que aparentemente tiene más opciones de doblegar en noviembre a Barack Obama. Un triunfo cimentado en su imagen de exitoso empresario pero también en su fe: más de uno de cada diez ciudadanos que depositaron su voto eran mormones, como el exgobernador de Massachusetts.
También se anotó el triunfo en Michigan. Pero más que de júbilo, la sensación de los integrantes de su campaña allí fue de alivio. Y con muchos matices. En enero era impensable que Santorum pudiese siquiera amenazar a Romney en su estado natal. Un mes después, el escrutinio arrojaba una diferencia entre ambos de apenas tres puntos. Además, de cara a la Convención Nacional, la victoria es, más que nada, simbólica. Lo ajustado de la pugna en el voto popular se traslada al reparto de delegados, pues, a diferencia de lo que ocurre en Arizona, aquí el ganador no se lo lleva todo.
Los análisis de lo ocurrido en Michigan y Arizona se escriben de forma febril. La razón es que el endemoniado ritmo de la carrera obliga a tender inmediatamente la mirada hacia el 6 de marzo. El 'supermartes' está encima y de lo que en esa fecha con tan grandilocuente denominación ocurra puede depender el futuro a corto y medio plazo del Partido Republicano, cuya dividida alma podría abocarle a un desastre similar al de los demócratas en 1968, cuando acudieron a la Convención Nacional, celebrada en Chicago, enfrentados por el modo en que la Casa Blanca encaraba la guerra de Vietnam. Humphrey, vicepresidente con Lyndon Johnson y candidato demócrata ese año, acabó sufriendo una dolorosa derrota ante Richard Nixon.
Así llegan los candidatos
Los actuales mandamases del Partido Republicano no quieren un escenario parecido, y menos teniendo en cuenta que llevan cuatro años fuera del 1600 de Pennsylvania Avenue. Desean alejar esa pesadilla de sus cabezas, pero ante sí no tienen un panorama demasiado alentador.
Echando un vistazo superficial, a Romney no le va demasiado mal. Ha ganado en siete de los once estados que se han pronunciado hasta la fecha: New Hampshire, Florida, Nevada, Maine, Michigan, Arizona y Wyoming. Santorum se ha impuesto en tres: Iowa, Minnesota y Colorado. Newt Gingrich se llevó el gato al agua en Carolina del Sur. Y Ron Paul, pese a no haber saboreado ninguna victoria, resiste impertérrito. Pero el exgobernador de Massachusetts solo ha cargado sus alforjas con un centenar largo de delegados. Y se necesitan 1.144 para poder levantar a finales de agosto los brazos en Tampa (Florida), donde tendrá lugar la Convención Nacional del Partido Republicano que designará al adversario de Barack Obama en las presidenciales.
Diez estados, tantos como hasta ahora se han pronunciado, emiten su veredicto en el 'supermartes': Georgia, Ohio, Tennessee, Virginia, Oklahoma, Massachusetts, Idaho, Dakota del Norte, Alaska y Vermont. Pero la envergadura de la cita queda más clara apelando al número de delegados que se ponen en juego: un total de 437.
El método de reparto es, como siempre, un batiburrillo para cualquiera que no esté profundamente versado en las complejidades del sistema electoral estadounidense: primarias en las que el ganador se lo lleva todo, otras en las que los delegados se asignan de forma proporcional, 'caucus'… En realidad, cada una tiene su particularidad.
Teatro de operaciones
También cada estado es muy distinto y ninguno puede ser obviado. Georgia es el que más delegados reparte el 'supermartes', un total de 76, y allí tiene depositadas casi todas sus esperanzas Newt Gingrich. Bastión de la Confederación, grabado a fuego en la memoria de los cinéfilos más románticos merced al retrato de una época desgarradora para sus habitantes ejecutado por el equipo técnico y artístico de 'Lo que el viento se llevó', dio sus 15 votos electorales a John McCain en 2008. La misma tendencia que sus estados vecinos, a excepción de Florida. Vencer en este reducto del conservadurismo es casi la única opción que le queda al expresidente de la Cámara de Representantes de seguir alimentando sus ambiciones presidenciales. El viento de las encuestas, por ahora, sopla a su favor.
Ohio es el segundo estado donde más delegados se ponen en juego el 'supermartes', un total de 66. Lo que allí ocurra podría ser capital. La razón es que se trata de un 'swing state', es decir, un ‘estado columpio’. Bascula entre demócrata y republicanos en las Presidenciales. En 2008 se lo anotó Obama. Cuatro años antes, fue el que decidió las elecciones a favor de George W. Bush, a quien también había entregado sus votos electorales en el año 2000. Pero Bill Clinton lo había conquistado tanto en 1992 como en 1996. Allí parece contar ahora Santorum con una cierta ventaja ante Romney.
En cuanto al resto, la victoria de Romney en Massachusetts, estado del que fue gobernador entre 2003 y 2007, se da por descontada. Lo más probable es que se anote también el triunfo en Vermont, Idaho y Virginia. Santorum cuenta con buenas opciones en Tennessee, Oklahoma y Dakota del Norte. Pero si algo ha quedado claro en la batalla por la nominación republicana es que cualquier cosa puede pasar. Ni siquiera que acabe irrumpiendo en ella alguien cuyo nombre no estará en ninguna de las papeletas del 'supermartes', por increíble que pueda parecer.