La cumbre de La Habitación Roja
Se trata de un trabajo enérgico que conserva la intensidad y el romanticismo que siempre ha caracterizado su música El grupo valenciano acaba de publicar su octavo disco, 'Fue eléctrico'
Actualizado:Iñaki Ochoa de Olza murió en mayo de 2008 tratando de alcanzar la cima del Annapurna (Nepal). El cuerpo del experimentado montañero navarro, que había coronado 15 ochomiles en sus 40 años de vida, quedó allí congelado, a 7.400 metros de altura, para la eternidad.
Historias como la de Ochoa de Olza son las que han inspirado a Jorge Martí, cantante y letrista de La Habitación Roja, en la composición de su octavo disco, 'Fue eléctrico'. «Hay una canción que se llama 'Annapurna' que se basa en historias épicas de montañeros como Iñaki Ochoa de Olza, que murió allí», cuenta Martí. «Me impactó mucho y empecé a leer sobre estas cosas. La sensación que yo tenía hasta hace poco era que el viaje que he hecho con La Habitación Roja era una buena expedición a la cima. No llenamos estadios pero hago lo que me mola, mi chica tiene un curro guay, mis niñas están sanas... Y de repente todo empezó a ir mal y me obsesioné con ese tipo de historias del montañero que dice 'no puedo más, me quedo, tengo que descansar, si alguien puede subir a por mí, bien, pero si no me quedo'. Yo me he sentido un poco así. 2010 y 2011 han sido los dos peores años de mi vida y me daba igual todo», explica el cantante.
Efectivamente, por lo que cuenta Martí ha sido una época dura, marcada por graves enfermedades e incertidumbres. Incluso estuvo en duda la continuidad de La Habitación Roja por sus problemas personales, añadidos a la dispersión que provoca la distancia: él vive en Trondheim (Noruega) con su pareja y sus dos hijas; José Marco y Marc Greenwood (batería y bajista) en Valencia; y los guitarristas Pau Roca y Jordi Sapena en Madrid y Barcelona, respectivamente. Pero el grupo ha continuado, y lo ha hecho con un disco enérgico, intenso y romántico, con canciones melodramáticas como 'Annapurna' o 'Cielo protector', pero de ninguna manera deprimente ni pesimista. «Una de las cosas buenas que tiene la música es que te acompaña en los malos momentos y sirve de terapia para sacar algo positivo de lo malo que te pueda pasar», explica Martí.
Marco apostilla: «Alguien dijo que La Habitación Roja hace canciones tristes que ponen alegres. No es mala definición». 'Fue eléctrico', como su propio nombre indica, es un álbum con mayor protagonismo de las guitarras que el anterior, el intimista 'Universal' (2010). El título proviene de uno de los 'sketches' de Muchachada Nui favoritos del grupo, un disparatado conflicto generacional entre dos osos, un padre y su hijo gay. «Teníamos claro que queríamos que apareciera la palabra 'eléctrico' para hablar de la energía del disco», dice Roca, «y esa palabra nos recuerda a ese 'sketch'».
Largo recorrido
Sería peregrino comparar la supervivencia de un grupo de pop indie con la de los montañeros que escalan ochomiles, pero no son muchos los de su generación -la de mediados de los 90- que siguen en activo y en plena forma. La Habitación Roja aguanta y con cada álbum siguen subiendo, sino ochomiles, sí pequeños peldaños de popularidad, formando parte de una realeza indie en la que figuran junto a Los Planetas, Love of Lesbian o los más recientes Lori Meyers y Vetusta Morla. «Sí, se ha creado una especie de escena. Bueno, más bien una demanda, hay un público más amplio que antes», concede Jorge Martí. «Aunque siempre sale el ejemplo recurrente de Vetusta Morla y eso es uno entre un millón. Es como si todo el mundo que controla de ordenadores pudiera ser Bill Gates», añade.
Para facilitar las cosas, han rebajado el precio de las entradas de sus conciertos hasta los 10-12 euros. «Es un gesto, más que nada. Vamos a ganar tres o cuatro euros menos por entrada, pero pensamos en hacer algo cuando vemos cómo están las cosas y que más del 50% de la gente joven no tiene trabajo», señala Martí. Por ahora tienen programadas, desde el 22 de marzo hasta finales de mayo, 25 actuaciones por toda España, un número considerable. «Queremos ir a todas las ciudades que podamos», explica el vocalista. «La mentalidad de este disco y esta gira es 'a las barricadas, bayoneta en ristre'. En las salas en las que las condiciones no son las ideales pues lo haremos en acústico, y si no hay sala y hay que tocar en un garito, se toca», concluye.