«Siento impotencia y rabia, no quiero que esto quede impune»

Gemma F. M., la mujer que ha sido víctima de un supuesto error médico al estar embarazada de gemelos y sufrir un aborto selectivo del feto sano, reconoció ayer que siente «impotencia y rabia» por lo sucedido y que desea que esto «no quede impune» ni vuelva a repetirse.

«Quiero denunciarlo para que no vuelva a pasar. Por desgracia me ha ocurrido a mí, pero con un caso basta. Que hagan algo, eso es lo que pedimos», afirmó ayer a Efe esta gaditana de 36 años, que ha reclamado al SAS 214.000 euros como indemnización a través del abogado Luis Ortiz-Miranda, representante de la asociación Defensor del Menor en Cádiz.

Gemma cuenta que tras siete intentos de embarazado por fecundación in vitro, su marido y ella estaban «muy ilusionados» con este, hasta que el médico detectó que uno de los fetos tenía una grave cardiopatía que hacía inviable su supervivencia. «Con mucha pena y dolor» y «por el bien del feto que estaba sano y del que estaba enfermo, para que no sufriera», decidieron llevar a cabo un aborto selectivo en la clínica de Sevilla concertada con el SAS.

Cuando llegaron al centro se sorprendieron porque, a pesar de los informes que llevaban, el ginecólogo les preguntó «cuál de los dos era el feto enfermo» y después «qué era un aborto bioquímico». «Nos llevamos una sorpresa, porque el médico era él», cuenta Gemma, que asegura que, tras hacerle una ecografía, el ginecólogo aseguró que sabía en cuál tenía que intervenir. «Mi marido y yo le preguntamos más de cinco veces si estaba seguro», explica la mujer. El aborto se practicó el 22 de diciembre y dos semanas después, cuando acudió al hospital de Cádiz, el ginecólogo descubrió que el feto que había muerto era el sano.

«Yo no me lo creía», contaba ayer la mujer, que después tuvo que someterse a otro aborto y posteriormente, el 22 de enero, cuando ya había cumplido más de seis meses de embarazo, a expulsar a los dos fetos muertos.

Eva Rodríguez, directora médica de la Clínica El Sur-Atocha, de Sevilla, donde según la reclamación de la afectada se efectuó el aborto selectivo que resultó fallido, reconoció que entiende la situación emocional de la paciente y que el equipo médico del centro se encuentra «muy afectado» por «lo que haya podido ocurrir». Según Rodríguez, la paciente nunca se ha dirigido a la Clínica, ni para reclamación ni para explicación alguna, por lo que ha señalado que solo conocen el caso por la prensa y que están tratando de dar con su historial médico, para tener más información con la que poder pronunciarse y poder comprobar si han producido «algún daño».

Juicio por homicidio

La asociación del Defensor del Paciente informaba también ayer de que el próximo 16 de febrero se celebrará en Ceuta el juicio por otro caso de dos gemelos que murieron al nacer, en el Hospital de la Cruz Roja de la ciudad autonómica, y en el que se acusa a dos doctores (J. J. Q. G. y S. O. A.) por un delito de homicidio imprudente. Según el abogado Ortiz Miranda, ambos médicos «decidieron sin autorización de los padres, no meter» a los niños en la incubadora, ni alimentarlos, dejándolos morir sin más».

«Los médicos de guardia no eran ginecólogos ni pediatras, y presuntamente decidieron que los niños no eran viables», acusa el letrado, que añade que los progenitores aún no saben en qué sepultura han sido enterrado los niños.