Egipto afloja la cuerda con EE UU en el caso de las ONG

La peor crisis que han vivido las relaciones entre Egipto y EE UU desde los años 70 parece que empieza a ver la luz al final del túnel. Las autoridades egipcias levantaron ayer el veto a volar que habían recibido varios estadounidenses que trabajan para ONG de su país en Egipto, y que habían sido acusados de recibir fondos extranjeros para realizar actividades ilegales. El juicio, con una enorme carga política y que podría tener repercusiones en toda la región, comenzó la semana pasada.

Washington había amenazado con retirar la ayuda de 1.300 millones de dólares que envía cada año al Ejército egipcio para que, principalmente, mantenga el acuerdo de paz con Israel. La prensa oficialista ha hecho una feroz campaña contra los imputados, a los que han acusado -sin pruebas- de ser espías de la CIA o de haber financiado enfrentamientos callejeros. Muchos analistas han visto en el proceso contra las ONG como un pulso de las nuevas autoridades egipcias a sus aliados de EE UU, algo que ayer dio síntomas de empezar a relajarse.

Los estadounidenses partieron desde el aeropuerto de El Cairo en un avión fletado por Washington, y con ellos iban también algunos de los extranjeros acusados en el mismo caso. Los acusados han podido salir del país tras pagar una fianza de 250.000 euros. Tras una apelación, el juicio ha pasado de un tribunal penal a otro administrativo, donde la máxima condena podría ser una multa. El pasado miércoles, los tres jueces encargados del proceso se retiraron del caso sin alegar motivos pero presionados por la carga política del proceso. Tres nuevos magistrados deberían haber sido nombrados ya, pero no está claro si el proceso seguirá adelante.