Iñaqui y el juez

Fuimos una tierra de bandoleros pero a la vez jaleaban al paso de José Bonaparte y su numeroso séquito por los caminos de Cádiz. Siempre hemos sido así. Mucho más tarde los mismos que se reunían en la Plaza de Oriente o hacían cola para despedir a Franco, aplaudieron después a otros. Los que elogiaban al juez Garzón cuando desmantelaba el narcotráfico en las costas gallegas o acorralaba a ETA después lo olvidaron. Son ahora los mismos que aplauden a un juez que se ha hecho famoso, parece ser por lo discreto, muy a su pesar. El juez Castro es ahora, el juez estrella. Se escuchaban aplausos en sus entradas y salidas del Juzgado. Le piropeaban, mientras al duque le gritaban chorizo, o portaban una pancarta con su rostro y debajo escrito: mango. Es el derecho que tienen a protestar los contrarios a la Monarquía, o bien, esa población descontenta que sufre el paro, hace malabarismos para llegar a fin de mes o ha perdido su casa. Y no me digan que hago demagogia teniendo un país con más de 5 millones de parados y va en aumento. Con una huelga general en puertas, con manifestaciones masivas en toda España... Un inciso; lo de Jerez no me cuadra, siendo la concentración provincial y con 25.000 parados, se manifestaron unos 15.000. ¿…? Pero a lo que iba. Es manifiestamente cabrean te que tipos como el duque, ya de por sí un privilegiado por ser quién es, y vivir a la sombra alargada de la Casa Real con todas sus prebendas. Teniendo ambos, la infanta y él, altísimos sueldos por sus trabajos en La Caixa y Telefónica respectivamente. Abonando la Compañía mansión, colegios de elite para sus hijos, viajes…Y que todavía quisiera más, mucho más. Ahora se verá si la justicia como dice la Constitución, es igual para todos. No sabemos cuánto se habrá aliviado Iñaqui después del maratón que se pegó. Pero la que sí respira aliviada es la Casa Real. Al menos la Fiscalía General del Estado y a su vez Anticorrupción excluyen a la Infanta de toda responsabilidad. Aunque ella no excluyera beneficios y costosísimos gastos a cargo de la ya famosa Aizoon SL. Era vocal y cobraba 600 euros semanales ¿no preguntó por qué si no realizaba trabajo alguno? Con todo, la potestad de llamarla a declarar como testigo es del Juez Castro. Menuda presión cambiar el rumbo de la historia.