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ESPAÑA

PP y PSOE se enzarzan por las manifestaciones estudiantiles

Los populares acusan a los socialistas de instigar las movilizaciones de esta semana

RAMÓN GORRIARÁN
MADRID.Actualizado:

PP y PSOE encontraron un nuevo campo de batalla a cuenta de las manifestaciones estudiantiles contra los recortes del gasto en educación. Los populares acusaron a los socialistas de instigar las movilizaciones para crear un clima de «conflictividad social» que erosione al Gobierno. Alfredo Pérez Rubalcaba defendió el derecho de su partido a protestar en la calle y recordó al partido gubernamental que en la pasada legislatura también se manifestó de la mano de la Conferencia Episcopal contra el Gobierno socialista.

Mariano Rajoy ha mostrado varias veces su preocupación por el recrudecimiento de la conflictividad callejera en respuesta a las medidas de ajuste del gasto porque da una imagen de España similar a la de Grecia y «no es real». Cree que los disturbios tienen efectos económicos porque, además de los costes que acarrean los destrozos en las calles, retraen a los inversores y tienen un efecto negativo en los mercados. El presidente del Gobierno, por esta razón, ha multiplicado en sus últimas intervenciones los llamamientos a la responsabilidad de partidos y sindicatos para que las inevitables protestas no se vayan de las manos.

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, hizo suyo ese discurso y denunció que las imágenes de las protestas en Barcelona «nos han hecho mucho daño» y es posible que «hayan costado muchos puestos de trabajo» porque «muchas inversiones» pueden echarse para atrás ante ese clima social enrarecido. Los estudiantes, prosiguió Gallardón, tienen que saber que entre ellos hay «grupos antisistema violentos que buscan el desconcierto de la violencia por la violencia», que acaba por «pervertir el discurso» que justifica las protestas.

El PP, sin embargo, cree que la mano que está detrás de los altercados no es la de los antisistema sino la del PSOE y que el compromiso de los socialistas de hacer una oposición responsable no es más que una frase. El nuevo vicesecretario general de Organización, Carlos Floriano, afirmó que las movilizaciones de estudiantes en distintos puntos de España son una cortina de humo del PSOE para «disimular el rotundo fracaso» de Rubalcaba y, al mismo tiempo, generar un clima adverso al Gobierno de Mariano Rajoy. Exigió a los socialistas que desistan de la «estrategia de ocupar las calles» y no pongan «palos en las ruedas» de un gobierno que tiene el mandato de la ciudadanía de poner en marcha reformas para hacer frente a la crisis, en la que «el propio Rubalcaba nos ha metido».

«Rechazo explícito»

Floriano exigió al líder de la oposición que muestre un «rechazo explícito» a los actos de violencia y que condene la quema de contenedores y demás destrozos urbanos. El portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, también vio la mano socialista que «mece la cuna» de los desórdenes con el riesgo de acabar «quemado» en esas algaradas callejeras. Recordó que su partido también participó en manifestaciones, pero eran «legales, sin violencia y para apoyar a las víctimas del terrorismo»; el PSOE, en cambio, tiene «la cara dura» de encabezar manifestaciones ilegales.

También la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, se apuntó a la tesis de que los socialistas están detrás de las manifestaciones estudiantiles para «crear alarma social donde no la hay».

El líder socialista recogió el guante lanzado por Carlos Floriano para que condenara los actos violentos y calificó de «detestable» la degeneración de las protestas en la capital catalana. Pero a continuación puntualizó que «el problema» no es la violencia en sí, «el problema es que haya alguien que quiera relacionar al PSOE con la violencia». «Ese es un problema serio», afirmó Pérez Rubalcaba desde Oviedo, donde asistió a la reunión del Consejo Territorial de los socialistas.

«Delincuentes»

El jefe de la oposición señaló que esta vinculación de los socialistas con los actos violentos comenzó la semana pasada, cuando el ministro de Educación, José Ignacio Wert, llamó en el Congreso «delincuentes» a los estudiantes que se habían manifestado en Valencia, epíteto que hizo extensivo a los socialistas por respaldar a los estudiantes.

Rubalcaba defendió «el derecho» de los ciudadanos a manifestarse en la calle «libre y pacíficamente». El PSOE, añadió, lo ha hecho «con los sindicatos». La diferencia, prosiguió, es que el PP lo ha hecho «con la Conferencia Episcopal», en referencia a las protestas que protagonizaron los populares junto a los obispos contra el matrimonio homosexual y la reforma de la ley del aborto. «Cada uno con su pareja», remató el líder de la oposición.