Juzgan a dos sevillanos acusados de un secuestro para robar un alijo de hachís

Dos casos de robos a narcos casi idénticos coincidieron ayer en la Audiencia Provincial de Cádiz, con objetivos distintos: en uno de ellos, ocurrido en Rota, el tribunal iba a decidir si prorrogaba la prisión preventiva para los acusados -vecinos de Sevilla- pues se cumplía el plazo de la medida y el juicio está previsto para el próximo mes de mayo. Los procesados del otro asunto, en cambio, se sentaban al fin en el banquillo para enfrentarse a la Justicia. También ellos son de Sevilla (Manuel David V. H. y Miguel M. R.) pero en lugar de viajar hasta Rota para robar droga, se dirigieron presuntamente a Sanlúcar. Iban acompañados, según la Fiscalía, por otros dos hombres pero uno de ello no ha sido identificado y el tercero -Isaac M. F.- se encuentra en busca y captura. Según el escrito de acusación del fiscal, la noche del 27 de mayo de 2008, los cuatro se llevaron a la fuerza a un hombre de Sanlúcar al que abordaron por sorpresa en la plaza del Cerro de la Uva, en Sanlúcar y, con una navaja en el cuello, obligaron a subir a un deportivo de la marca Mercedes para sacarlo de la ciudad. Mientras le golpeaban, le exigieron unos «paquetes», en referencia a unos fardos de hachís que sospechaban que aquel hombre poseía. Ya fuera de la ciudad, siempre según el fiscal, le torturaron durante dos horas bajo un puente de la autovía que une Sanlúcar a Jerez, a base de golpes y pinchazos, mientras le amenazaban con matarlo y llevarlo a un chalé para seguir con la paliza. Pero la víctima no quiso o no supo decirles dónde estaban esos 'paquetes, así que lo abandonaron en calzoncillos.

El Ministerio Público solicita para los dos acusados penas de cuatro años y diez meses de prisión por un delito de detención ilegal y otro contra la integridad moral. Además, solicita 12 días de localización y una multa de 2.400 euros por faltas de lesiones y de simulación de delito. Las víctimas de estos robos, al ser narcos, no suelen denunciarlos. Pero en este caso, la Guardia Civil los descubrió porque los supuestos ladrones sufrieron un accidente al volver a Sevilla.