Angela Merkel aprueba la ayuda a Grecia con el apoyo de la oposición
BERLÍN.Actualizado:El Parlamento alemán dio luz verde ayer al segundo paquete de rescate para Grecia por amplia mayoría, con 496 votos a favor, 90 en contra y cinco abstenciones. La aportación alemana asciende a 36.000 millones de euros de un total de 130.000. Sin embargo, la votación evidenció los problemas internos del Gobierno de coalición de la canciller Merkel, formado por el Partido Liberal (FDP) y la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y su hermanada Unión Cristiano Social (CSU) de Baviera. Merkel no contó con la conocida como 'mayoría de coalición', situada en los 311 votos, al obtener sólo 304. Tuvo que contar con los votos de la oposición, Los Verdes y el Partido Social Demócrata (SPD).
Durante su comparecencia ante los diputados del Bundestag, la canciller dejó claro que nadie puede dar una garantía de éxito del cien por cien. «El camino que tienen ante sí los griegos es largo y seguramente conlleve riesgos». De esta manera, Merkel mostró su comprensión ante el escepticismo reinante en el país sobre conceder más ayudas a Grecia. No obstante, defendió el paquete de rescate. «Es una cuestión de a quién beneficia y si una Eurozona sin Grecia sería mejor», comentó. «Conozco los votos de los que se preguntan si Grecia no es un saco sin fondo, un caso perdido», agregó. No obstante dejó claro que nadie puede «anticipar las consecuencias para la economía alemana, o para Italia o España, o para la zona euro entera y para el mundo entero» de una quiebra de Grecia.
Al mismo tiempo, Merkel anunció que Alemania llevará a cabo sus contribuciones al mecanismo europeo de estabilización (MEDE) en dos años en lugar de en cinco. De esta manera, aportará al 'cortafuegos' 11.000 millones durante el año en curso y la otra mitad, hasta alcanzar los 22.000, estará disponible para 2013.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, cree que este segundo rescate puede sacar al país de la zona de peligro y evitar la suspensión de pagos. «Entiendo las preocupaciones alemanas, sin embargo, no hay una alternativa mejor al problema griego», afirmó.