La crisis castiga con especial dureza al comercio del centro
Zonas como el entorno de la calle Constitución donde se ubica el edificio del Consistorio ha asistido en meses al cierre de varios negocios
Actualizado: GuardarAunque el equipo de gobierno publica de manera regular en los últimos meses los datos de tramitación de licencias de apertura y trata de ofrecer una sensación positiva sobre la evolución de la económica local, la apertura de nuevos negocios y el movimiento económico en el casco urbano, lo cierto es que pasear por el centro de Chiclana es desolador.
Especialmente duro es visitar algunos de los puntos más emblemáticos de la localidad, como la calle Constitución, que alberga el edificio del Consistorio y ha sido tradicionalmente zona privilegiada para tener un establecimiento dada su confluencia de varias calles de espíritu eminentemente comercial.
En este punto han cerrado sus puertas en los últimos seis meses varios negocios. Cafeterías, una joyería que se traslada, varias inmobiliarias y tiendas de lámparas y moda son las víctimas de la crisis económica. Y aunque es cierto que han abierto nuevos negocios, y que algunos otros se han trasladado a otros locales, la sensación que deja el entorno es de la caída en picado del negocio comercial.
Otros puntos especiales en la ciudad como la calle Arroyuelo o Iro también están sufriendo el vaivén de la apertura y el cierre de establecimientos.
La Gerencia de Urbanismo aporta datos globales, de todo el centro. Durante el pasado mes de enero la administración competente tramitó quince licencias de apertura que se convertirán en otros tantos comercios de diverso tipo, una cifra que supone más del doble que en el mismo periodo del pasado año.
Estas solicitudes se suman a las 22 licencias que fueron solicitadas entre el 15 de noviembre y el 15 de diciembre, las 18 incoadas entre el 15 de octubre y el 15 de noviembre, otras 16 entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre, 19 más entre el 15 de agosto y el 15 de septiembre y 27 entre junio y agosto.
Sin embargo, nadie habla de los cierres. La versión oficial deja entrever que el movimiento económico es constante, pero solo hace falta pasar por algunas zonas comerciales e industriales de la ciudad. El polígono El Torno está repleto de naves vacías, y en Urbisur los establecimientos chinos han ganado terreno a locales con importante arraigo en la zona.
La fábrica Muebles Barlac está en la Avenida del Mueble en proceso de liquidación por cierre, y Maderas Polanco, en Pelagatos, a punto de desaparecer.