Un hombre ayuda a una anciana a votar ayer en Senegal. :: AFP
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El presidente senegalés vota entre abucheos

Las encuestas vaticinan que Abdoulaye Wade obtendrá una holgada mayoría para iniciar su tercer mandato consecutivo

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El presidente senegalés, Abdoulaye Wade, emitió ayer el voto entre los abucheos de una multitud congregada en su colegio electoral. El mandatario acudió al Liceo Franco-árabe, en Dakar, para depositar su papeleta en la primera ronda de las presidenciales, comicios a los que acude con la intención de obtener un tercer mandato. La muchedumbre le recibió con protestas por su participación, considerada ilegal por amplios sectores de la población. La Constitución limita el poder del gobernante a dos periodos de ejercicio, pero Wade arguye que esta ley entró en vigor cuando ya se hallaba en el cargo y el Tribunal Supremo ha permitido su concurrencia.

La amenaza de una explosión popular pende sobre el país si, como se espera, Wade revalida su mandato. El líder, de 85 años, acudió al centro de votación con su hijo Karim, considerado su sucesor, y no hizo declaraciones. Por el contrario, Idrissa Seck, ex primer ministro del presidente y actual adversario en las urnas, manifestó su intención de impedir lo que considera un golpe de Estado, una opinión que comparte con Youssou N'Dour, el famoso cantante local cuya candidatura fue rechazada por el Consejo Constitucional al no obtener el número de apoyos requerido.

El Movimiento 23 J, que reúne a buena parte de la oposición, ha intentado infructuosamente que Wade se retirara de la pugna electoral y que el Partido Liberal, su formación, eligiera a otro candidato. A lo largo de las últimas semanas, los disturbios han ocasionado ocho muertos y se han llevado a cabo negociaciones para buscar una solución. Al parecer, Olusegun Obasanjo, expresidente nigeriano y director de la misión africana de observadores, ha pretendido obtener el compromiso del veterano gobernante de acortar su tercer periodo al mando del país si, como indican las encuestas, obtiene una nueva victoria.

La historia de Senegal destaca por su pulcritud democrática y la carencia de golpes de Estado, aunque ha sufrido un conflicto secesionista en la región meridional de Casamance. En los últimos doce años con Wade al frente, el desarrollo económico y el apoyo de la cooperación internacional no han mitigado la pobreza de la mayoría de la población, afectada por la falta de empleo y el elevado coste de la vida. El dirigente conserva apoyos en las zonas rurales, pero sufre la contestación de los sectores urbanos y de la juventud, abocada a la emigración.