Siria acude a las urnas bajo las bombas de El-Asad
14 millones de ciudadanos votan hoy una nueva Constitución en medio de la violencia del régimen
Actualizado:Desde el estallido de las protestas contra Bashar el-Asad ya no existe una sola Siria. La oposición construye su propio país desde el exilio, como se plasmó en la conferencia de 'Amigos de Siria' del viernes en Túnez; los civiles y los milicianos del Ejército Libre Sirio (ELS) de ciudades como Idlib, Hama, Deraa y, sobre todo, Homs viven en estado de guerra. Pero desde su palacio, el presidente mantiene su sueño de seguir al frente del mismo país que gobernaba antes de marzo de 2011, un sueño sostenido por el apoyo externo de Rusia, China e Irán.
El referéndum constitucional forma parte de ese imaginario que El-Asad ha construido en virtud de un programa de reformas que pretenden dar respuesta a las movilizaciones populares. En abril se abolió el Estado de emergencia, en julio se aprobó el multipartidismo y se legalizaron cuatro formaciones, y posteriormente, en octubre, se nombró la comisión especial que redactó el borrador de la nueva Constitución que, sobre el papel, tienen derecho a votar 14 millones de sirios en las catorce provincias del país. Pasos enormes tras décadas de inmovilismo, pero que llegan tras más de 5.000 muertos, demasiado tarde según los opositores que piden la cabeza del presidente.
Partir de cero
El punto más destacado de la nueva Carta Magna, que se compone de 157 artículos, es el que limita a dos los mandatos del futuro dirigente del país. Esta medida, sin embargo, no afectaría a El-Asad, que cumple su segundo mandato de siete años al frente de Siria, porque «los candidatos partirían de cero», según aclaró un comentarista en la televisión pública siria el día en el que se hizo pública la fecha de la consulta. Esto abriría las puertas a que el actual presidente pudiera perpetuarse en el cargo hasta 2026, todo lo contrario a lo que exige la oposición y la comunidad internacional que ponen su salida como condición indispensable para la paz y la posterior formación de un Gobierno de unidad nacional.
¿Se puede votar en las condiciones actuales? El régimen no tiene dudas y por ello ya organizó las elecciones de los Consejos Locales en diciembre, una cita con unos centros de votaciones «abarrotados», según los medios oficiales, que elevaron a un 80% la participación en algunas provincias del país, como Sweida. Este éxito fue calificado de «farsa» por la oposición, que se remitió a los referendos presidenciales como prueba de la falta de transparencia en las votaciones que se celebran en el país. Apenas un mes después de la muerte de su padre, Hafez el-Asad, Bashar llegó al poder en Siria tras una consulta popular en el año 2000 en la que obtuvo el 97,29% de los votos. Siete años después volvieron a abrirse los colegios electorales para someter su gestión a consulta y volvió a rozar el pleno con un 97,62%.
A medida que el régimen escenifica su referéndum, en Homs siguen pendientes de la posible evacuación de heridos por parte de las ambulancias de la Media Luna Roja. El viernes, por primera vez desde el inicio de los bombardeos contra el barrio de Bab Amro, bastión opositor castigado por las fuerzas de El-Asad, las ambulancias entraron para rescatar a siete heridos y a veinte mujeres y niños. Allí se encuentran también dos reporteros occidentales heridos y los cuerpos de los otros dos periodistas muertos en el ataque del miércoles.
La evacuación forma parte de las negociaciones que mantiene el Comité Internacional de la Cruz Roja con las autoridades locales, que ayer no obtuvieron nuevos frutos. Mientras tanto, una parte de Siria vota hoy una nueva Constitución y en el plazo de noventa días está prevista la celebración de elecciones generales. Bashar el-Asad sigue con su calendario particular que defiende a sangre y fuego.