José Mari logró de cabeza el único gol del encuentro disputado ayer. :: LOF
Nástic 0-1 Xerez cd

DE CABEZA A LA SALVACIÓN

Un gol de José Mari antes del descanso mostró las vergüenzas de un Nástic huele a descenso

TARRAGONA. Actualizado: Guardar
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El Xerez consiguió su tercer triunfo consecutivo a costa de un Nástic que es carne de Segunda B a falta de 16 jornadas para terminar el campeonato tras vencer por 0-1 gracias a un gol de José Mari. El ex jugador grana marcó en su segundo regreso a Tarragona, como ya hizo la temporada pasada. Con muy poquito, los de Vicente Moreno se llevaron los tres puntos de un Nou Estadi a cuya afición no le parecen quedar fuerzas para creer en el milagro de la salvación. Por su parte, los jerezanos ponen tierra de por medio con la zona baja a pesar de que los resultados no les han acompañado en exceso esta jornada.

Los tarraconenses empezaron más concentrados, sabedores que sólo les valía la victoria. El conjunto de D'Alessandro cargaba el juego por banda izquierda, dónde Álvaro Rey constantemente buscaba el uno contra uno con Raúl Cámara. Los azules no pasaban apuros en defensa y a partir de esta solidez empezaron a sentirse cómodos sobre el terreno de juego. Poco a poco incrementaron la presión sobre la salida del balón de un Nástic que veía como a partir del minuto 15 tenía serias dificultades para tener la posesión más allá del centro del campo. Pablo Redondo se mostraba muy activo cuando el Xerez controlaba el esférico y asociándose con Barber creaba superioridad en el flanco derecho sobre Mingo, que mostraba porqué el lateral izquierdo es una de las principales debilidades defensivas del colista.

Sin embargo la primera aproximación seria del choque a punto estuvo de cambiar el rumbo natural del encuentro. En una jugada individual, Álvaro Rey puso un centro al área. Barber, con los brazos pegados al cuerpo, tocó el balón con la zona del húmero. Para el colegiado Hernández Hernández fue motivo suficiente para señalar pena máxima. El encargado de ejecutarlo no fue otro que Roberto Peragón, un jugador veterano en la categoría que llegó a Tarragona como una de las referencias ofensivas del Nástic pero que a estas alturas de temporada todavía no se había estrenado como goleador. Tampoco fue ayer, ya que su disparo, a media altura por su lado natural -a la derecha de Doblas- fue correctamente intuido por el guardameta jerezano, que rechazó el balón.

Duro golpe para el colista, que desde entonces ya no volvería a ser el mismo. Tan sólo un minuto después el colegiado sí acertó en anular por fuera de juego un gol de José Mari. Fue el primer aviso del delantero. En el segundo, su testarazo a centro de Israel salió muy alto (25'). En el tercero, vio portería. Corría el minuto 35 cuando un centro desde la derecha de Rafa García al punto de penalti conectó con el ariete, que totalmente libre de marca ante la pasividad de los centrales granas, remató a placer al fondo de la red con el portero Rubén Pérez como testigo privilegiado.

A pesar del duro golpe, el Nástic lo siguió intentando. Eso sí, sin ideas. En el 39', el técnico argentino de los locales introdujo un doble cambio. Quitó a Peragón, que recibió una soberana pitada del público, y al lateral Mingo para poner a dos delanteros llegados en el mercado de invierno: Bargas y Orbegozo. El sistema de juego pasó a ser ligeramente más ofensivo, variando del 4-2-3-1 al 4-4-2. Los dos nuevos delanteros lo intentaron sin suerte al límite del descanso, pero lo cierto es que el Xerez no pasaba ningún apuro.

En la reanudación, el planteamiento de los visitantes varió. Vicente Moreno decidió resguardarse antes que empezara a llover y montó dos líneas de cuatro hombres en terreno propio, dejando a José Mari e Íñigo Vélez descolgados en punta. La ineficacia creativa y la nula profundidad del Nástic hicieron el resto. Segunda parte que no debería catalogarse como fútbol, por el flojo espectáculo que ofrecieron los dos equipos. Los locales a medida que pasaban los minutos ni siquiera mostraron un poco de sangre para hacer daño a un equipo que con toda lógica se conformaba con ver el tiempo pasar. Campano entró en el terreno de juego ovacionado por su antigua afición, dónde dejó un grato recuerdo. No se puede decir lo mismo de José Mari, que se marchó abucheado.

Con la entrada de Capi, el Xerez ganó en control del balón. Incluso él mismo tuvo el segundo en una acción individual en la que, casi andando, se mofó de media defensa. Su disparo sin ángulo lo sacó Rubén Pérez (79'). A pesar de todo fueron los tarraconenses los que tuvieron las últimas dos oportunidades. Primero Orbegozo (85') no aprovechó un importante despiste de la defensa y, con todo a favor, realizó un tímido disparo que atajó Doblas sin problemas. El último cartucho grana fue un centro de Dani Ábalo que recogió Hugo Bargas en la frontal de la área chica. El tiempo que perdió controlando el balón permitió que Robusté rectificara y se interceptara entre el esférico y la portería, rechazando un disparo a bocajarro que hubiera supuesto el empate.

Al final, alegría entre los jerezanos por el tercer triunfo consecutivo e indiferencia de la afición local hacia su equipo, al que ya ven descendido.