Raúl se niega a vivir del pasado

Raúl González no se da por vencido. Lidera al Shalke 04 hacia la conquista de uno de los pocos títulos que le faltan al español en su palmarés: la Europa League. Los alemanes se impusieron al Viktoria Plzen por 3-1 y ya esperan al Twente en octavos. El madrileño es indiscutible en el once de Huub Stevens. Lógico teniendo en cuenta que hace tiempo que se hizo un hueco en el fútbol mundial gracias a su espíritu luchador y a una 'picaresca' que pocos jugadores han logrado tener.

Su último gol -con el que entra en un selecto grupo de futbolistas- es prueba de ese 'don' que tiene el ariete. Tras un saque de esquina, Matip- central de los bávaros- peina un balón que queda muerto en el área pequeña. Una jugada que en la mayoría de los partidos y equipos, quedaría en un "uyy" de la hinchada. Sin embargo, Raúl milita en las filas del conjunto alemán. Se adueña del esférico que vaga en tierra de nadie y lo empuja al fondo de las mallas. En teoría, fácil. Suerte. Aunque cuesta creer en el azar cuando el delantero español suma 400 dianas en sus 18 años como profesional. El '7' se niega a vivir del pasado.

Raúl estrenó su cuenta goleadora el 5 de noviembre de 1994. El delantero batió con un zurdazo la portería de Diego -guardameta del Atlético de Madrid-. Desde aquel momento, su relación con las redes de las porterías rivales se ha basado en la fidelidad absoluta, ya que no ha dejado su casillero a cero en ninguna de las temporadas en las que ha participado. Cuando Raúl marca, se besa el anillo. Una aianza que parecer tener -además de con su esposa- con el gol.

Goles para el recuerdo

En su carrera, no solo ha aportado tantos de esa particular providencia. A lo largo de su trayectoria ha marcado goles de gran talla que han quedado para los anales de la historia de este deporte. Se sacó de la chistera el 'aguanís' para brindar al Real Madrid su última Copa Intercontinental en 1998. Enmudeció al Camp Nou con un toque sutil al que no pudo llegar Reiziger, y ha sido inventor y propulsor de la 'cuchara', que tantos guardametas vieron sobrevolar sus dominios.

Pese a su currículum -que a este paso parece ser vitalicio-, Raúl siempre ha vivido rodeado de muchos detractores. Su capitanía en el Real Madrid era indiscutible. Sin embargo, muchos críticos achacaban las malas rachas del equipo blanco al bajo momento de forma del delantero. Lo mismo que en el conjunto 'merengue', ocurría en la selección española. Antes de que 'La Roja' impusiese su ley en el fútbol mundial, el madrileño abanderaba España en sus compromisos internacionales. Raúl salió por la puerta de atrás el 6 de septiembre de 2006 en el estadio Windsor Park de Belfast frente a Irlanda del Norte. Impropia despedida de un jugador que abanderó los colores españoles cuando pocos creían en el proyecto nacional.

Máximo goleador -con 71 goles- y participante en competiciones europeas -con 142 partidos-, Raúl sigue al pie del cañón. Pese a las críticas o alabanzas que reciba el delantero, lo que resulta indiscutible son sus números, conseguidos a base de tesón y esfuerzo desde los inicios de su espectacular carrera.