César Garrido, en el concurso.
Sociedad

«Voy a vivir un poco mejor»

César Garrido ha resuelto el 'rosco' de 'Pasapalabra' y se ha embolsado millón y medio de euros. El programa se emite hoy

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Es César Garrido un hombre de pocas palabras. Le han bastado veinticinco, 'escupidas' en poco más de dos minutos. Apenas un instante para asumir que se ha embolsado un dineral: 1.524.000 euros. Que no será tanto porque Hacienda se queda un buen pico. Este profesor y periodista de Cuenca, soltero y de 34 años, ha devuelto a los espectadores la emoción por los concursos. Esta tarde pone el broche a su largo periplo en 'Pasapalabra' (Telecinco) con una victoria que hace historia en la cadena. Millón y medio de euros, el premio más alto que ha repartido Telecinco, la generosa recompensa por resolver 'el rosco'. César ha concursado 29 días, pero ¿cómo se prepara uno para ser millonario de la noche a la mañana? «No me lo esperaba. Dije '¿qué está pasando?', me quedé un poco 'de palo'. Fue raro, tuve muchas sensaciones mezcladas, sorpresa, alegría, alivio, incertidumbre. Se me agolparon muchas cosas. Me acordé de la familia y pensé que esto iba a abrir un camino para que vivamos un poco mejor», recuerda.

El 'bote' llevaba engordando un año y un día, justo después de que otro concursante ilustre, Carlos Villalba, se lo llevara con 852.000 euros dentro. César venía avisando, que llevaba casi un mes ensayando con los 'roscos', pero millón y medio eran palabras mayores. «Christian me picó un poco con que si me llevaba el bote debía raparme el pelo y como no pensaba llevármelo, acepté. Me lo tomé como una broma durante varios programas, pero finalmente me ha tocado pagar».

Decir que está feliz es poco, aunque este profesor de inglés que ahora escribe noticias de cultura y deportes en un diario digital, rehúye de las celebraciones ruidosas. Le espanta la repercusión, que será mayor cuando se emita el programa, esta tarde a las 20.00 horas. El actor Luis Merlo y la presentadora de Deportes Cuatro Lara Álvarez, sus acompañantes en el día de gloria, van a tener el privilegio de pasar a la historia por todo lo contrario que Remedios Cervantes.

Ayudar a los que sufren

Pero el protagonista y el que tiene todo el mérito es él. Dice que no acaba de asimilar su nueva condición de millonario, pero que tuvo un pálpito. «El último 'rosco' fue muy rápido. Aunque no soy muy consciente del momento, tenía la sensación de que podía ser el día porque nunca había completado una primera vuelta tan buena».

No se va a «volver loco» con el premio porque a él solo le vuelve loco el baloncesto, el buen comer, el cine y a música. «Me permitiré algún viaje y caprichos, pero emplearé parte en contribuir con causas que pueden mejorar la vida de la gente que lo pasa mal y que sufre».

Antes de decir esto, Garrido ya había arrancado lágrimas en el plató. A los cámaras, a los técnicos, al público... y a Christian Gálvez: «Me siento Robin Hood. Ha sido quizá uno de los momentos más bonitos que he vivido en el concurso. Ha sido un 'subidón'».