El comisario de Economía, Olli Rehn, ayer en Bruselas. :: FRANCOIS LENOIR / REUTERS
Economia

La UE pone precio a la relajación del objetivo de déficit de España

Bruselas exige que se aclare la desviación de 2011 y reclama una demostración de austeridad con los presupuestos

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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España tendrá que sudar para conseguir una relajación de su objetivo de déficit. El comisario de Economía, Olli Rehn, puso ayer sobre la mesa las condiciones que deberá cumplir el Gobierno para lograr la revisión. El responsable finlandés, que hasta ahora había rechazado alterar las cifras, exigió que se aclare la importante desviación en las metas de gasto del año pasado. Como segundo requisito, dejó claro al Ejecutivo de Mariano Rajoy que primero quiere ver el presupuesto de este ejercicio, lo que obligará al presidente a elaborar las cuentas con la hipótesis de un colosal recorte. Si España convence a Bruselas, el premio podría llegar en abril o mayo.

«Trabajamos con las autoridades españolas y la decisión se tomará una vez tengamos la fotografía completa», resumió Rehn durante la presentanción de las nuevas previsiones económicas. El Gobierno había convertido la difusión de las estimaciones en una especie de 'Día D'. Seguro de que los datos iban a ser desfavorables, el Ejecutivo había anticipado que los utilizaría ante Bruselas para justificar la necesidad de flexibilizar el objetivo de déficit. Actualmente, la meta de este año está en el 4,4%, pero la cifra se acordó con unas estimaciones de crecimiento mucho más alentadoras. El gabinete de Rajoy calcula que el desfase presupuestario de 2011 rondará el 8%, un listón que solo caería hasta el nivel exigido con un tijeretazo de 40.000 millones.

Pese a lo anticipado por el Gobierno, lo cierto es que Rehn desmenuzó las previsiones menos pesimistas que ha recibido España en los últimos meses. Bruselas calcula que la economía nacional cerrará el año con una contracción del 1%. El FMI había pronosticado que el retroceso sería del 1,7%, mientras que el Banco de España lo situó en el 1,5%. La Comisión, en cualquier caso, admitió que su cifra no contempla el impacto de los recortes que incluirá el próximo presupuesto. Por trimestres, el informe confirma que España entrará oficialmente en recesión al finalizar marzo y que empezará a levantar cabeza en verano. En el último tramo del año, se espera que el PIB se instale en la cota del 0%.

Equilibrar las cuentas

Las estimaciones restaron algo de fuerza al argumento español para reducir el déficit, pero Rehn mostró una clara disposición al diálogo. El gesto tiene su calado porque hasta ahora se había negado a considerar este escenario. El comisario de Economía, sin embargo, no será fácil de convencer. De entrada, quiere conocer al detalle las razones que han llevado a España a rebasar ampliamente el límite pactado para 2011. El Gobierno deberá explicar si se debió a cuestiones «permanentes o puntuales» y si la culpa es del Ejecutivo central o de las comunidades. Con estas aclaraciones, el responsable finlandés verificará si se está haciendo todo lo posible para equilibrar las cuentas.

Una vez detallado lo sucedido el año pasado, Bruselas exige saber qué pasará a lo largo del presente ejercicio. Para ello, el Ejecutivo tendrá que elaborar sus presupuestos con el riguroso objetivo del 4,4%. Rehn sugirió que las cuentas deberán ser de una austeridad máxima para «garantizar la sostenibilidad estructural de las finanzas». Solo entonces, cuando toda la información esté sobre la mesa, la Comisión tomará una decisión. La fecha definitiva pueda ser finales de abril o principios de mayo, momento en el que se difundirán unas previsiones económicas de mayor profundidad. El Gobierno aspira a que la meta de gasto se sitúe por encima del 5%, aunque según lo trascendido en los últimos días el Ejecutivo comunitario baraja un retoque de solo unas décimas.

El debate sobre la flexibilización del déficit, que también beneficiaría a Italia, Francia o Portugal, se solapó con la presentación de las primeras estimaciones macroeconómicas del año. Pese a que a estas alturas el ejercicio suele limitarse a las siete principales economías del bloque, Rehn amplió el foco a los Veintisiete por las convulsiones de los últimos meses. El responsable finlandés confirmó que la Eurozona sufrirá una contracción «suave» en 2012, aunque espera que en la segunda mitad del ejercicio las perspectivas mejoren. De acuerdo con sus cálculos, al final del primer trimestre ocho países -entre ellos España, Italia, Holanda y Bélgica- entrarán técnicamente en recesión.

Entre las grandes economías, los alumnos más aventajados volverán a ser Alemania y Francia. La Comisión cree que ninguno de ellos caerá en recesión, aunque su tasa de crecimiento será modesta. El motor germano se expandirá un 0,6%, mientras que su vecino francés lo hará un 0,4%. Fuera de la moneda única, las perspectivas son más esperanzadoras. Reino Unido, que se beneficiará del impacto de la celebración de los Juegos Olímpicos de Londres, sumará un 0,6%, una de las pocas cifras que no han sido revisadas a la baja con respecto a los pronósticos del pasado otoño.