Una mujer llora sobre el cadáver de su hijo de 15 años, abatido por un francotirador. :: BULENT KILIC / AFP
MUNDO

El asedio de las tropas de El-Asad se cobra la vida de otros dos periodistas en Homs

Varios proyectiles caídos en el centro de prensa de la ciudad siria matan a Marie Colvin y Rémi Ochlik, en día con más de 50 muertos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Homs, ciudad mártir para la revolución siria, ciudad maldita para la prensa. Más de cincuenta personas perdieron la vida ayer tras una nueva jornada de bombardeos, según activistas de la oposición que desde hace dos semanas denuncian intensos ataques por parte de los leales de El-Asad. Esta cifra podría ser mayor, pero resulta imposible confirmarlo en las actuales circunstancias.

Marie Colvin y Rémi Ochlik perdieron la vida en el barrio de Bab Amro, uno de los más afectados por los bombardeos, cuando intentaban mostrar al mundo la otra cara de lo que está pasando en Siria, esa que no ofrecen los medios oficiales del régimen, en los que estos días solo hay espacio para el referéndum de la Constitución previsto para el domingo. Entre los muertos a lo largo de la jornada también se encuentra Rami Al Sayed, activista de la oposición responsable de haber subido a la red más de doscientos vídeos, uno de los grandes responsables de que la dramática situación de Homs haya llegado a todos los informativos del mundo.

Colvin (55 años, estadounidense trabajando para 'The Sunday Times' desde hace dos décadas) y Ochlik (28 años, fotógrafo francés colaborador de 'Paris Match' y fundador de la agencia IP3) llegaron a Siria, como otros periodistas, a través de la frontera de Líbano empotrados con activistas de la oposición cuya misión es llevar a la prensa a la primera línea del frente. Tras varias jornadas en las inmediaciones de Homs lograron acceder a Bab Amro, una especie de zona cero del conflicto. Entraron y allí encontraron la muerte cuando un proyectil impactó por la mañana contra la casa en la que se encontraban, una especie de piso franco para la prensa. Junto a ellos, otros dos reporteros extranjeros resultaron heridos, el fotógrafo británico Paul Conroy -que acompañaba a Colvin- y la periodista del diario francés 'Le Figaro', Edith Bouvier.

«En Bab Amro. Situación dantesca. Aunque ya debería estar acostumbrada, no puedo entender cómo el mundo puede estar sin hacer nada. He visto morir a un bebé. Metralla. Los doctores no podían hacer nada. Su pequeña barriguita palpitaba y palpitaba hasta que se paró. Me siento impotente. Intentaré seguir enviando información». Fue el último mensaje que Colvin colgó en el foro de una web social. Pocas horas después se extendían los rumores sobre la muerte de dos informadores extranjeros en Homs.

El director de 'The Sunday Times', John Witherow, confirmó la noticia a través de un comunicado en el que se refería a Colvin como «una reportera que creía profundamente que con su trabajo podía paliar los excesos de los regímenes brutales y llamar la atención de la comunidad internacional».

Treguas de dos horas

Desde el inicio de la revuelta contra El-Asad hace casi un año siete periodistas han perdido la vida en Siria, cinco de ellos Homs. El Ejército fiel al dictador sigue castigando los bastiones rebeldes ante la inoperancia de una comunidad internacional con las manos atadas por los vetos inquebrantables de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Desde Moscú tratan de abrir vías alternativas que no perjudiquen al régimen y por ello el portavoz de Exteriores, Alexandr Lukashévich, respaldó la negociación de Cruz Roja Internacional con los dos bandos enfrentados en Siria para que acuerden treguas diarias de dos horas, lo que permitiría la evacuación de heridos y la llegada de ayuda humanitaria y medicamentos a zonas de combate.

Mañana se dará cita en Túnez el «grupo de amigos de Siria», un intento por parte de la comunidad internacional de mostrar apoyo al Consejo Nacional Sirio (CNS), el principal órgano político opositor en el extranjero. Se trata de un modelo que ya se empleó en Libia para respaldar a la oposición política a Muamar Gadafi.