Economia

Rajoy necesita menos presión

El ministro De Guindos dice que «no pedimos nada» porque habrá una «reconsideración generalizada» de los objetivos

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Ejecutivo comunitario da a conocer hoy sus perspectivas de crecimiento, inflación y saldo presupuestario de las administraciones públicas en 2012 para los 27 países miembros. España necesita que Bruselas alivie las exigencias de una drástica reducción del déficit para evitar la asfixia de sus cuentas. Mariano Rajoy se juega mucho en este envite. Para rebajar el déficit hasta el 4,4% del PIB en 2012, como figura en los compromisos de estabilidad aún no revisados, las administraciones habrían de aplicar este año un ajuste adicional de unos 40.000 millones. Sería inevitable elevar los impuestos y recortar la inversión pública. Salvo las prestaciones sociales y la carga de intereses, las demás partidas de gasto se verían afectadas. Y una fuerte dosis de sacrificio añadido alimentaría una salida aún más lenta de la recesión.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, se ha esforzado en las últimas horas por aclarar que «no pedimos nada», y añadió que, «de forma natural», a la vista de la ralentización del crecimiento, se abre ahora un proceso de análisis previo a la «reconsideración generalizada» del esfuerzo de disciplina fiscal que todos los países de la UE han de llevar a cabo.

España sufre además apremios de calendario. El Gobierno tiene que llevar al Parlamento en la primera decena de marzo su propuesta de techo de gasto, y antes de que termine ese mes está obligado a presentar los Presupuestos del Estado. Por eso necesita saber que Bruselas se muestra comprensiva con unos 'números rojos' más elevados, y si los socios más poderosos de la zona euro están dispuestos a aceptar la relajación. La gestión de las negociaciones con la Comisión Europea no ha sido afortunada. Hubo rumores de que el Ejecutivo podría haber hinchado el déficit de 2011 heredado del Gabinete socialista para magnificar el esfuerzo. Pero el equipo económico cuenta ahora con el apoyo incondicional de la oposición: Rubalcaba ha viajado a Bruselas para apoyar los compromisos de estabilidad.

Pero, el equipo de Rajoy esgrime la lógica de los números. El FMI estima que la economía española caerá el 1,7% este año y pronostica que el saldo presupuestario será negativo en una proporción equivalente al 6,8% del PIB. Aunque es partidaria de la disciplina fiscal, sus expertos reconocen que «mayores ajustes en el déficit pueden llegar a ser un objetivo indeseable desde las perspectivas de crecimiento».