A veces los gladiadores marcan goles
El despliegue físico primó sobre la creatividad en un choque que desniveló André Ayew en el descuento.
Actualizado:Hay condiciones con las que resulta difícil enamorarse. Sin momentos para la sensibilidad o en un clima inapropiado la noche puede volverse tediosa y fácilmente olvidable. Así ocurrió en el Vélodrome de Marsella, donde ni Didier Deschamps ni Claudio Ranieri estimularon las facetas creativas de sus jugadores. Con muchos choques y concentrados en el desarrollo físico, el encanto del juego se olvidó de aparecer en el césped hasta la emoción del descuento.
Únicamente se apuntó la rebelión cuando el balón cayó en los únicos futbolistas que poseen algo de inspiración: Sneijder y Forlán. El neerlandés colocó la pelota delante del uruguayo y solo la intervención de Mandanda impidió el gol en el minuto 10. Fue el único oasis lúdico en todo el partido.
El resto de la noche se dedicó a observar cómo los jugadores de ambas escuadras ejercían de gladiadores. Medían sus músculos y apenas se adivinaba la presencia de atletas dotados para proporcionar alegría a los espectadores con un balón en los pies. Aunque el segundo acto contó con más ritmo y voluntad de cambiar por parte de los locales, jamás brotaron momentos de fantasía. Los franceses intentaron aligerar la batalla del centro del campo con juego por las bandas sin éxito. En el bando contrario, la consigna de resguardarse en las trincheras y tener fe en Forlán redujo cualquier posibilidad de sorpresa a pesar de la entrega del uruguayo. Balones largos, jugadas a balón parado y exhibiciones más cercanas a pruebas de velocidad o salto de altura se sucedieron mientras nadie facilitó algo parecido a un espectáculo de destreza con el esférico.
Los aficionados olvidarían la noche de dos clubes sin capacidad de seducción más allá de la lucha, resistencia física o la capacidad de salto si no fuera por el momento mágico que aconteció en el descuento. Después del sudor y la somnolencia, los devotos del Olympique asistieron al milagro de vuelo de André Ayew para cabecear un saque esquina que acabó en la red. Los técnicos apuntarán 16 partidos consecutivos sin perder para el Olympique de Marsella y el discutido Ranieri solo un 1-0 en contra para remontar en la vuelta. El nuevo choque está programado para dentro de tres semanas en Italia. Allí los gladiadores volverán a mandar sobre los artistas si así lo disponen sus directores.